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¿Qué pasará con los "Precios Máximos"? se busca continuidad pero los comercios reciben listas con hasta 30% de aumento
El congelamiento vence el 30 de junio. Los comerciantes y fabricantes piden subas graduales. El Ministerio de Desarrollo Productivo deberá definir la situación.
El 30 de junio vencen los “precios máximos”, el congelamiento que dispuso el Gobierno para 2330 productos alimenticios, de higiene y limpieza. Las empresas ya pidieron reuniones en el Ministerio de Desarrollo Productivo para trasladar aumentos a las góndolas. Y, en paralelo, comenzaron a enviar nuevas listas de precios a los supermercados.
Una fuente del supermercadismo detalló a TN que recibió, en estos días 56 nuevas listas de precios de productos de almacén, de empresas de todo tamaño. Otra afirmó que los incrementos van del 10 al 30 por ciento, a partir del 1 de julio. En productos básicos, como yerba, harinas y fideos, aceites y azúcar, los aumentos rondan entre 10 y 14 por ciento.
Las grandes cadenas rechazan las listas, a la espera de una confirmación oficial sobre la continuidad del programa de precios máximos. Indican que, en estos meses, se cumplieron con los congelamientos, aunque con caídas de promociones y otros beneficios a los que accedían y trasladaban a los consumidores. Pero advierten que, sin un compromiso de reposición, puede haber desabastecimiento.
Las grandes, medianas y pequeñas fabricantes de productos de consumo masivo solicitaron al ministro Matías Kulfas y la secretaria de Comercio Paula Español trasladar, de manera gradual, el incremento de costos de los alimentos y artículos de primera necesidad.
Daniel Funes de Rioja, presidente de la Coordinadora de Productos Alimenticios (Copal), que agrupa a las grandes fabricantes, se lo planteó a Kulfas en la reunión que el ministro mantuvo este martes con dirigentes de la UIA. “Dijo que lo está analizando, buscando alternativas. La situación es compleja”, sostuvo el ejecutivo.
El congelamiento de tarifas y el acceso al dólar oficial le dan cierto marco de estabilidad a los fabricantes de alimentos. Pero las industrias y los supermercados detallan una suba de costos de distinto tipo.
Según Funes de Rioja, hubo en este lapso aumentos salariales: el decreto que fijó una suma de $4000 a comienzos de año, una cuota de la paritaria, el pago de bonos y adicionales y costos extra por licencias producto del aislamiento y el cuidado de familiares a cargo.
A eso se suman mayores costos de logística (por tramitación de permisos y menos disponibilidad de personal) y los protocolos de seguridad e higiene. “También hubo presión fiscal. Hay municipios que subieron Seguridad e Higiene, como Pilar y Trenque Lauquen. Y provincias que tocaron la forma de incidencia de Ingresos Brutos”, completó el dirigente industrial.
Las industrias enviaron a Desarrollo Productivo el detalle de los costos y las actualizaciones que proponen, pero no tuvieron respuesta.
Los grandes supermercados informan cada día sus precios de referencia, que se pueden consultar en la web Precios Claros. Los almacenes y autoservicios tienen esquemas más laxos. Los fabricantes y distribuidores canalizan aumentos por los comercios de cercanía, cuyo control es más laxo, aunque el Gobierno facultó a los intendentes a fiscalizar.
En el sector privado descuentan que, con el anuncio de cuarentena estricta en el Área Metropolitana, cualquier descongelamiento de precios abrupto es inviable. Pero apuestan a lograr cierta recomposición en los márgenes. Por lo bajo, agregan que es difícil que el Gobierno convalide subas cuando acaba de decretar dos semanas más de aislamiento estricto en el Área Metropolitana, Chaco y otros lugares con alta circulación del coronavirus.
Una fuente del supermercadismo detalló a TN que recibió, en estos días 56 nuevas listas de precios de productos de almacén, de empresas de todo tamaño. Otra afirmó que los incrementos van del 10 al 30 por ciento, a partir del 1 de julio. En productos básicos, como yerba, harinas y fideos, aceites y azúcar, los aumentos rondan entre 10 y 14 por ciento.
Las grandes cadenas rechazan las listas, a la espera de una confirmación oficial sobre la continuidad del programa de precios máximos. Indican que, en estos meses, se cumplieron con los congelamientos, aunque con caídas de promociones y otros beneficios a los que accedían y trasladaban a los consumidores. Pero advierten que, sin un compromiso de reposición, puede haber desabastecimiento.
Las grandes, medianas y pequeñas fabricantes de productos de consumo masivo solicitaron al ministro Matías Kulfas y la secretaria de Comercio Paula Español trasladar, de manera gradual, el incremento de costos de los alimentos y artículos de primera necesidad.
Daniel Funes de Rioja, presidente de la Coordinadora de Productos Alimenticios (Copal), que agrupa a las grandes fabricantes, se lo planteó a Kulfas en la reunión que el ministro mantuvo este martes con dirigentes de la UIA. “Dijo que lo está analizando, buscando alternativas. La situación es compleja”, sostuvo el ejecutivo.
El congelamiento de tarifas y el acceso al dólar oficial le dan cierto marco de estabilidad a los fabricantes de alimentos. Pero las industrias y los supermercados detallan una suba de costos de distinto tipo.
Según Funes de Rioja, hubo en este lapso aumentos salariales: el decreto que fijó una suma de $4000 a comienzos de año, una cuota de la paritaria, el pago de bonos y adicionales y costos extra por licencias producto del aislamiento y el cuidado de familiares a cargo.
A eso se suman mayores costos de logística (por tramitación de permisos y menos disponibilidad de personal) y los protocolos de seguridad e higiene. “También hubo presión fiscal. Hay municipios que subieron Seguridad e Higiene, como Pilar y Trenque Lauquen. Y provincias que tocaron la forma de incidencia de Ingresos Brutos”, completó el dirigente industrial.
Las industrias enviaron a Desarrollo Productivo el detalle de los costos y las actualizaciones que proponen, pero no tuvieron respuesta.
Los grandes supermercados informan cada día sus precios de referencia, que se pueden consultar en la web Precios Claros. Los almacenes y autoservicios tienen esquemas más laxos. Los fabricantes y distribuidores canalizan aumentos por los comercios de cercanía, cuyo control es más laxo, aunque el Gobierno facultó a los intendentes a fiscalizar.
En el sector privado descuentan que, con el anuncio de cuarentena estricta en el Área Metropolitana, cualquier descongelamiento de precios abrupto es inviable. Pero apuestan a lograr cierta recomposición en los márgenes. Por lo bajo, agregan que es difícil que el Gobierno convalide subas cuando acaba de decretar dos semanas más de aislamiento estricto en el Área Metropolitana, Chaco y otros lugares con alta circulación del coronavirus.
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