Qué opinaba Franco Macri de su hijo Mauricio Macri
A lo largo de los últimos años, el Presidente mantuvo varios cruces dialécticos con su poderoso papá.
"Él fue el mayor conflicto que yo tuve que enfrentar". Sin vueltas, Mauricio Macri no dudó en describir a su padre Franco, quien falleció este sábado, como una figura "demandante" con quien tuvo una relación errática. "Para él, un día soy el mejor del mundo y, otro día, no", afirmó, aunque agradeció que siempre pudo perdonarlo: "No se da cuenta lo que hace, después se arrepiente".
En una entrevista con el diario La Nación en noviembre pasado, el Presidente precisó cómo fue su crianza a manos del empresario italiano: "Al principio yo lo seguía, la verdad es que fue mi gran maestro y tenía una admiración absoluta. De chiquito me empezó a llevar a las obras cuando yo tenía 4 o 5 años, los sábados a la mañana. En esa época me divertía. Después ya empezó a ponerse más denso porque a los 12 años me llevaba de viaje a reuniones eternas donde yo no entendía nada. Yo le decía: 'Papá, quiero jugar al fútbol, no entiendo nada de esto'; y él me respondía: 'Algo te va a quedar'".
A la hora de señalar cuál fue el legado que le dejó su padre, el mandatario precisó: "Si tengo que agradecerle algo es el ejemplo, no hay nada más importante que predicar con el ejemplo, eso es lo más potente que uno puede hacer a la hora de liderar o enseñar.Cuando yo veía que mi padre todos los días arrancaba a las siete de la mañana eso ya se te inculca, te queda", remarcaba.
Mauricio admitió que la rivalidad y la competencia entre padre e hijo lo llevó a alejarse de la firma familiar. "Se me hizo insoportable, muy duro, porque mi mentor, mi profesor y mi padre de pronto boicoteaba mi trabajo y eso me enloquecía. Se transformó casi en un enemigo de lo que yo hacía y, encima, dolía porque era alguien cercano", dijo. Fue entonces cuando decidió lanzarse por la presidencia de Boca Juniors: "Yo quería un lugar que me pusiera a prueba y dejar de ser 'el hijo de'".
Uno de los momentos de mayor tensión entre Mauricio y Franco se dio en 2010, cuando el empresario italiano acusó al entonces jefe de Gobierno porteño de "robarle" la empresa SOCMA.
"Duele que mi padre haya tomado una posición pública innecesaria, podría haberse ahorrado esos comentarios. Nunca estuvo de acuerdo con que me dedique a la política. Tiene 80 años, a esta altura no le puedo andar diciendo qué es lo que tiene que hacer. Pero por respeto a mis hijos, lo que le tenga que decir lo haré personalmente", le replicó el líder del PRO.
Las diferencias políticas hicieron que padre e hijo se distanciaran aún más. "Él tiene sus propias visiones de la realidad, no coincide con las mías. Trato de hablar con él de cosas que no tengan que ver con la política, porque ahí no puedo ponerme de acuerdo ni diez segundos", destacaba el actual mandatario.