¿Qué indicador se utiliza para medir la volatilidad de los mercados?
* Por Agustín Hernán Trella. La volatilidad en las principales plazas a nivel mundial aún se mantiene en niveles elevados y no logra retomar los valores que exhibía durante julio de este año, y esto se explica principalmente por la cada vez más delicada situación que viven varios países de la eurozona.
Para graficar este contexto de alta volatilidad en lo que va del mes, tomamos como referencia el Índice de Volatilidad Implícita (VIX), un indicador del Chicago Board Options Exchange que mide la volatilidad implícita de las opciones del índice S&P 500 que vencen en un rango de 30 días.
El indicador suele subir en momentos de crisis de expectativas, y tiende a declinar en escenarios optimistas que generan poco trading y se caracterizan por inversiones que se orientan principalmente al largo plazo.
El VIX se ubica actualmente en valores cercanos a los 40 puntos, nivel que se considera elevado si se tiene en cuenta que históricamente en momentos de estabilidad este indicador se mueve en un rango que va desde los 10 a los 20 puntos. Cabe recordar que este indicador superó los 80 puntos en octubre de 2008, en el peor momento de la crisis subprime, evidenciando un inusual nivel de incertidumbre y un crecimiento marcado en la volatilidad del mercado.
Sin embargo, en abril y mayo del 2010 el VIX se encontraba en un nivel similar al que exhibe actualmente, ya que en ese momento Standard & Poor’s había bajado la nota de Grecia (que perdió el grado de inversión) y la Unión Europea ofreció al país heleno un paquete de rescate. Desde esa fecha este índice comenzó a bajar para ubicarse en niveles de entre 15 y 20 puntos hasta mediados de julio de 2011, cuando comenzó a incrementarse la incertidumbre respecto a la marcha de la economía de Estados Unidos y se agudizaron los problemas dentro de la eurozona, principalmente por Grecia.
Teniendo en cuenta los problemas de déficit fiscales y deuda que presentan actualmente varios de los países de la eurozona (Grecia, Italia y Portugal, entre otros) y que no se vislumbra una posible solución de fondo en el corto plazo para estos desequilibrios, la volatilidad continuará en niveles elevados en los próximos meses.
Por este motivo, tanto el secretario del Tesoro de Estados Unidos como el FMI le pidieron al Banco Central Europeo (BCE) tener un rol más activo en la crisis de la Eurozona y aumentar el Fondo de Estabilización Financiera para brindar señales más sólidas a los mercados.