¿Qué es la muerte súbita?
Estudios médicos revelan que una correcta reanimación cardiopulmonar puede salvar vidas si el paciente es atendido a tiempo e incluso mejora la supervivencia de un paro cardíaco.
La mayoría de los paros cardíacos ocurren fuera del hospital (en casa, la oficina o en la calle, como le ocurrió a Romina Yan), pero siempre cerca de alguna persona.
Las personas que saben maniobras básicas de RCP pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte, y el primer paso es aprender cómo administrar RCP.
La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en casi todos los países del mundo y argentina país no es la excepción en ese sentido.
Muchas veces la primera manifestación de una enfermedad cardíaca es la muerte súbita definida como aquella que se produce en forma brusca e inesperada dentro de la primera hora de iniciados los síntomas.
Esto no significa que la persona deba estar gravemente enferma para que ocurra, según explicó Silvina Pantaleone, directora del área de Reanimación Cardiopulmonar de la Asociación de Anestesia Analgesia y Reanimación de Buenos Aires.
La muerte súbita tiene alta incidencia en personas jóvenes y deportistas con "corazones demasiados sanos para morir" y más del 80 por ciento de las veces ocurre fuera del hospital (en casa, la vía pública, el trabajo, etc) pero siempre cerca de alguna persona.
En ese sentido, la forma más común de muerte súbita es una arritmia cardíaca llamada fibrilación ventricular (FV) que produce una alteración en la contracción del corazón haciendo que ésta sea caótica y no pueda bombear la sangre normalmente. La víctima pierde súbitamente la conciencia, no respira y la muerte sobreviene en forma irreversible.
La ciencia demostró que las mejores oportunidades y tasas de sobrevida se dieron en comunidades entrenadas en reconocer una emergencia, activar el sistema de emergencias médicas, comenzar RCP precoz y realizar desfibrilación precoz.
Estudios realizados en diferentes estados de los EE.UU cuyas comunidades fueron debidamente entrenadas, demuestran índices de supervivencia de 74% y más.