Qué es la fibromialgia, cómo se manifiesta y cómo es el tratamiento
Se trata de una enfermedad crónica, que puede evolucionar con altos y bajos (recaídas y mejoras). Esto no significa que no se puedan tratar y mucho menos que no pueda haber mejorías.
Anteriormente se creía que era una enfermedad de origen psicológico o psicosomático, lo que se descartó, después que estudios de neuroimagen (R.M.N funcional) del cerebro determinaron que el dolor es auténtico, real, que se podría explicar por un desequilibrio de los Centros Neurológicos que funcionan como “filtros” de todas las sensaciones capaces de generar dolor. Estos fallan en la fibromialgia, a la inversa de lo que ocurre en los que no la padecen.
Otras hipótesis señalan un posible origen “multicausal,” en las cuales, molecularmente, las “mitocondrias, que son organelas presentes en todas las células de los tejidos y que funcionan como “baterías o usinas” de las mismas para generar la energía vital, podrían estar “fallando” o agotándose en esta enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud (O.M.S) la define como una enfermedad reumática, crónica, no inflamatoria, que afecta a las partes blandas del aparato locomotor (mayormente músculos y sus fascias; ligamentos, tendones) y que puede estar asociada o no a otros problemas articulares como osteoartrosis y artritis.
Es una enfermedad que afecta (según estadísticas internacionales consultadas) entre el 0,5% y el 5,8% de la población mundial, con una predilección por las mujeres (entre 10 y 20 por cada hombre) que la padece, y en edades productivas (mayormente entre los 25 y los 50 años de edad).
Desde el punto de vista clínico, se puede manifestar por dolores crónicos generalizados, muchas veces intensos e invalidantes, con muchos “puntos gatillos” (disparadores de dolor), que con frecuencia incluyen parte posterior de la cabeza (regiones sub-mastoideas; cervicales, los músculos trapecios, los hombros, la parte dorsal de la espalda (entre las escapulas u omóplatos), la región lumbosacra bilateral, los glúteos, más en regiones laterales, las regiones de las trocánteres de ambas caderas, y en muchos casos, también dolor a la comprensión de masas musculares de brazos y antebrazos, muslos y piernas, y en regiones medias de las rodillas, entre otras. El dolor suele “dispararse” o acrecentarse, luego de situaciones de stress varias, ejercicios físicos, actividad sexual, gripes o resfríos u otras situaciones de problemas de salud.
Las personas con fibromialgia suelen tener contracturas musculares y rigidez dolorosa, más frecuentes al levantarse, que pueden durarle 2-3 horas para estar mejor o “entrar en calor” también, suelen tener en gran medida mucho cansancio o fatiga física, mental, sexual (por lo que a la fibromialgia, también se la llama Síndrome de Fatiga Crónica), pues los pacientes, al hacer recaídas, a veces tardan varios días en poder recuperarse.
También, entre sus manifestaciones, los pacientes pueden sufrir de calambres en las manos y/o pies, a veces sudoraciones; es frecuente la depresión, ansiedad, angustia, la sequedad de la boca; son frecuentes, el mal humor, los trastornos del sueño, (dificultad para dormirse y/o sueño entrecortado). En algunos casos, también se acompañan de problemas gastrointestinales, y en no pocos casos, puede estar asociada a colon irritable. También a veces picazón en el cuerpo y ojos, sensación de febrícula, zumbido de oídos, mareos.
Son frecuentes la falta de memoria, de concentración mental y el cansancio intelectual.
Es una enfermedad sub-diagnosticada, pues sus síntomas y signos son comunes a muchas otras enfermedades, por los cual los pacientes pueden estar entre 2 y 4 años sin diagnóstico, asistiendo a consultas médicas con especialistas varios (Clínicos, Traumatólogos, Neurólogos, Psiquiatras y otros), hasta que finalmente se hace el diagnóstico y las tratan adecuadamente. El diagnóstico, es evidentemente clínico, o sea, se hace luego de escuchar la historia evolutiva, las manifestaciones sintomáticas y el adecuado examen médico. La mayor veces de los casos suelen ser seguidas y tratadas por Reumatólogos, Especialistas en Dolor, y Neurólogos entrenados en esta patología.
Respecto del tratamiento, lo primero es explicarles a los pacientes que se trata de una enfermedad crónica, que puede evolucionar con altos y bajos, (recaídas y mejoras). Por lo general, se señalan mejorías duraderas (remisiones o curaciones) en menos de un 25% de los casos. Esto no significa que no se puedan tratar y mucho menos que no pueda haber mejorías.
En Centro de Rehabilitación Rebiogral en C.A.B.A, donde se les brinda atención médica especializada, con tratamientos convencionales y medina natural y complementaria, las terapias físicas apropiadas son siempre bienvenidas, ej: Kinesiología gentil, con elongaciones, estiramientos, ejercicios posturales, actividad aeróbica de bajo impacto. Las Fisioterapias con calor superficial y profundo (Tecaterapia); magneto, ultrasonido, laser, etc. Los Masajes Terapéuticos suaves, etc. pueden ayudar en alguna medida las terapias alternativas (acupuntura, ozonoterapia, otras). Son de mucha utilidad el apoyo y contención psicológica integral, las terapias conductivas-conductuales y las terapias del sueño, entre otras terapias.
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