Qué dicen los gestos de los candidatos durante el debate presidencial

El primer debate presidencial del 2019 se desarrolló este domingo 13 de octubre y comenzó puntual a las 21 en la Universidad Nacional del Litoral. Todo el país estuvo atento a lo que transcurrió en Santa Fe. Sin embargo, algunos detalles pueden haber sido pasados por alto.

Algunos gestos fueron más evidentes, como el dedo índice acusatorio levantado en varios pasajes del debate por Alberto Fernández, uno de los involucrados que apuntó con mayor firmeza hacia Mauricio Macri, a quien se lo notó un poco apagado al principio pero luego se trenzó en un debate contra su principal opositor.

Mauricio Macri

“El emblema del ruego, juntar las manos como si estuviera rezando, fue el código conductual que acompañó al presidente durante toda su alocución. Señala la vulnerabilidad por la que navegó emocionalmente durante el debate. En su rostro, además, se hizo presente un conjunto de movimientos musculares que combinados conforman los parámetros de la angustia que es una de las 7 emociones que se expresan universalmente en nuestra especie”, sostuvo Hugo Lescano, director del Laboratorio de Investigación en Comunicación No Verbal en MinutoUno.

Alberto Fernández

“Su paralenguaje, o sea, el ritmo, las pausas, el tono y el volumen reflexivo por momentos y enfático en otros, acompañó los movimientos simétricos de sus extremidades superiores colocándolo en el plano de la asertividad. Realizó preguntas retóricas que respondió posteriormente con sus propuestas. Mostró enojo al referirse al gobierno de Macri, y levantó sus dos dedos indices que refieren a la autoridad, señalando a los televidentes, transfiriendo esa autoridad a sus interlocutores. La autoconfianza fue lo más visible en su lenguaje corporal”, señaló Lescano.

Roberto Lavagna

“Vimos un Lavagna inseguro, titubeante por momentos. Que se aferró varias veces a su lapicera en señal de inestabilidad, sin notar que la misma estaba invertida. Sus manos se mostraron levemente temblorosas y su mirada fue imprecisa evitando en gran parte del debate, mirar a la cámara”, analizó.

José Luis Espert

“Sin gestualidad manual en la primera parte, tenso, Espert mostró la gestualidad del asco al referirse a sus adversarios y asimismo en su expresión facial, apretando los labios en repetidas oportunidades al finalizar sus intervenciones. Esto último dejó en evidencia su disconformidad con su propio discurso. Su movimiento pendular del cuerpo al referirse a los derechos humanos nos dejó el claro mensaje de que Espert preferiría no hablar del tema por la incomodidad que le produce”, reflexionó.

Juan José Gómez Centurión

“Ocultó las manos durante gran parte del debate y mojó sus labios repetidamente al referirse a temas clave. Esto sucede cuando ocultamos información o hacemos un esfuerzo por morigerar nuestro discurso adecuándose a lo que creemos que nuestro entorno puede aceptar, evitando mostrar nuestras verdaderas intenciones”, indicó Lescano.

Nicolás del Caño