Qué declaró Alberto Ferriols tras el allanamiento y su detención
El ex marido de Beatriz Salomón recibió prisión domiciliaria: podría ir a una cárcel si no cumple con alguna de las medidas impuestas en el caso investigado por el fiscal Claudio Silvestri.
El doctor Alberto Manuel Ferriols llegó anoche a su casa de Villa Luro después de un día más que agitado. Esa misma mañana, la Policía de la Ciudad ingresó al lugar y encontró un arsenal sin declarar que incluía todo tipo de armas de diversos calibres así como un cuchillo, esposas y municiones. El procedimiento se realizó a raíz de una denuncia de su hija Bettina por amenazas con armas de fuego. El médico quedó detenido y tuvo que declarar en indagatoria. Luego de ese acto procesal, el fiscal Claudio Silvestri pidió que se le imponga una prisión domiciliaria a causa de una afección cardíaca que sufre.
También, se le impuso una serie de medidas que tiene que cumplir. De lo contrario, podría ser enviado a una cárcel común.
Entre las condiciones de la Justicia, está la prohibición de todo tipo de contacto con su hija denunciante y la permanencia de un policía en la puerta de su casa para que se cumple la domiciliaria sin permiso de salidas. El fiscal también le denegó todo tipo de posibilidad de comprar armas de fuego o cualquier tipo de elemento apto para ejercer violencia.
Su stock de armas, mientras tanto, quedó incautado, según confirmaron fuentes del expediente a Infobae.
Al ser indagado, negó las amenazas y aseguró que, al menos hasta febrero, tenía permiso para portar todas las armas halladas.
Según consta en la causa, Ferriols tenía en su poder seis pistolas, tres revólveres, una escopeta semiautomática, un pistolón y un revólver de aire comprimido. Además, encontraron una picana eléctrica, dos esposas, dos cargadores extendidos, dos apuntadores láser, cinco cuchillos tácticos y cuatro navajas.
En el otro allanamiento realizado en el día de ayer, dentro del consultorio que el medico tiene en Recoleta los policías encontraron una pica de lanza de tres puntas y un nunchaku.
Las armas fueron incautadas, al igual que tres vehículos que pertenecen al médico.
Sobre la denuncia que disparó el caso, la Justicia cree que Bettina sufrió “violencia psicológica, como insultos, descalificaciones, amenazas y control; y económica, por un control de recursos”.
Habría sufrido dos hechos de violencia por parte de su padre, según la denuncia. El primero lo relató en la Justicia su propia hermana: “Le colocó un cuchillo en el cuello, para luego pasarlo por la cara y los labios. Mientras hacía eso, le decía: ‘¿No tenés miedo?’”, dijo.
El segundo lo contó la propia víctima: “llevó una caja de balas a la mesa, se puso a llenar el revólver”, mientras decía: “¿No tenés miedo?”. La joven relató ante las autoridades que le dijo que no tenía miedo y, ante esto, su padre le replicó: “Porque tengo esto acá…”, en alusión al arma. Así, la víctima contó que le contestó que era ilógico que le hiciera algo allí: “Hay cámaras en la casa”.
La pesadilla no terminó allí. El día 28 de abril del 2022, a las 20.30, la joven denunció que su padre se hizo presente nuevamente en su casa. “Le dijo que se quedaría a vivir ahí, y que el perro de Bettina debería irse. Se quedó en contra de la voluntad de la joven”, explicaron.
Bettina y su hermana, Noelia, contaron que Ferriols “siempre tuvo armas de fuego porque le gustan y colecciona”. También dijeron que no sabían dónde las guardaba, pero que les decía que “las ponía en un armario de su habitación, que es grande y se ubica en la planta baja de la propiedad, pasando la cocina, el living, y un pasillo, al lado del baño grande”.
Ahora, Ferriols deberá quedarse en su casa cumpliendo la prisión domiciliaria y las reglas impuestas por la justicia. Según supo Infobae, su abogada Alba Silva prepara un escrito para reclamar por su libertad.
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