Pusieron una bomba casera en la escuela por un reto de TikTok, explotó y una alumna de 15 años quedó sorda

Una chica de 15 años perdió el 96% de audición, luego de que un grupo de alumnos de una escuela de Mar del Plata realizara un reto de TikTok, la popular aplicación de celular que maravilla a adolescentes.

Todo ocurrió el pasado 8 de julio en el colegio Don Bosco de la ciudad balnearia. Eran las 12 de ese viernes, cuando Azul Zabaleta salió al último recreo de la jornada. En cuestión de segundos, su vida cambió para siempre.

Al pasar a centímetros de un cesto de basura, un explosivo de fabricación casera explotó y la joven cayó desvanecida producto del estallido.

La maniobra había sido realizada por un grupo de chicos que emuló un reto de TikTok, donde utilizan una botella y mezclan productos para generar una reacción química.

Luego de un mes de diversos tratamientos, en los últimos días se conoció que Azul sufre ​"hipoacusia neurosensorial bilateral severa" por lo que perdió el 96.4 % de su audición.

También, que deberá someterse a una operación para colocarle unos implantes coclares, cuyo valor van desde los 40 mil a 60 mil dólares. 

​El rugby y el karate eran sus pasiones. Sin embargo, ya no podrá practicarlas porque le prohibieron de por vida los deportes de contacto. 

Matías Zabaleta, padre de la alumna de cuarto año del secundario, realizó una denuncia penal en la Unidad Fiscal N° 11 de delitos culposos y apuntó contra las autoridades del instituto.

"El colegio subestimó el hecho en todo momento. Nunca le dio intervención a las autoridades policiales. No resguardó la escena donde sucedió ni los elementos que produjeron el estallido para que fueran peritados", se quejó.

"El representante legal me dijo que los tiene guardados pero lo cierto es que los tocaron, se movieron de lugar. No se llamó a la división de explosivos ni policía científica para que pudiera levantar huellas", agregó en diálogo con el portal 0223.

El padre de la joven contó además que él tuvo que llevarla a la Clínica 25 de Mayo porque la ambulancia tardó más de una hora en llegar.

Al ser consultado sobre los responsables del hecho, advirtió que tanto desde el colegio como la inspectora le dijeron que no están identificados y que "si los identificaran, las sanciones serán reparadoras".

"Evidentemente no saben si fue una persona o varias. Hay mucho secretismo, sospechan que las familias lo saben y están protegiendo a sus hijos de la denuncia penal. La inspectora me dijo que con las leyes que hay, no hay sanciones como excluirlos de la escuela, sino que evalúan la matriculación del año entrante", cuestionó.

Sobre la situación de Azul, su padre dijo que la joven está yendo al colegio y que está medicada contra el vértigo porque se marea.

"Han tenido que modificar el aula, estar en planta baja. Se sienta adelante, porque dentro de la hipoacusia ella tiene su lenguaje desarrollado, puede leer los labios y tiene un porcentaje mínimo que escucha, entonces se puede comunicar", detalló.

Por último, se quejó que recién tres días después del incidente la escuela mandó por mail un comunicado interno para primaria y otro para secundaria.

"En el día de la fecha (11 de julio) los preceptores han comenzado a reflexionar con los distintos cursos y durante el día de mañana lo continuaremos haciendo en presencia de un directivo. Al mismo tiempo, estaremos atentos a las repercusiones y abiertos a la escucha con la finalidad de identificar a los responsables y evaluar los pasos a seguir. Confiamos que las familias puedan continuar el diálogo con el hogar", dice el texto.

"No se publicó en las redes sociales del colegio. No hubo comunicaciones en papel para que las familias puedan firmar y estar enterados", alertó Matías.

Y contó que el viernes pasado se reunió con la inspectora de la Dirección de Educación de Gestión Privada (Diegep) que pertenece al colegio y le van a dar intervención al consejo regional y el Ministerio de Educación porque "es un caso sin precedentes a nivel local, provincial y nacional".