Puente abajo
Los ingenieros chinos son más conocidos por construir nuevas rutas y puentes que por demolerlos. Pero hoy día les tocó hacer lo último.
Estos ingenieros encararon una tarea que requiere de mucha precisión, sobre todo cuando van a volar un puente de 3,4 kilómetros de largo en el medio de una ciudad superpoblada. No había lugar para el mínimo error ya que la gigante ruta flotante tenía 30 tuberías de gas por debajo, las cuales tenían el potencial para reventar todo con consecuencias devastadoras.
Los trabajadores también necesitaron ser cuidadosos para evitar dañar los cables de 100.000 voltios que estaban alrededor. Pero cuando estás tratando de deshacerte de una estructura que el campeón olímpico Mo Farra tardaría 10 minutos en recorrer, no podés ser tampoco muy suave que digamos.
Así que colocaron la cantidad exacta de explosivos para hacer que el puente se haga polvo mientras dejaban los cables, las tuberías y los edificios cercanos intactos. La ruta flotante de Wuhan, la principal ciudad de la provincia de Hubei, es el puente de concreto más largo jamás demolido en China.
Ojo que no se demolió en vano: se destruyó para comenzar un nuevo proyecto.