Proteína del Alzheimer super poderosa
Científicos estadounidenses descubrieron que la proteína beta-amiloide, que contiene el tejido cerebral y que está relacionada con el Alzheimer, puede atacar al cerebro aunque sea inyectada en otra parte del cuerpo.
La investigación se ha hecho con ratones pero este descubrimiento abre una vía para intentar comprender el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas provocadas por proteínas mal dobladas.
Una de las características distintivas del mal de Alzheimer es la acumulación de placas insolubles de proteínas mal dobladas entre las células nerviosas del cerebro, que causan neurotoxicidad.
Los cerebros sanos desglosan y desechan estos fragmentos de proteínas mal dobladas; pero en la enfermedad de Alzheimer, los fragmentos se acumulan para formar placas duras e impenetrables (amiloides).
La doctora DYvonne Eisele, del departamento de neurología celular del Heartie-Insitute for Clinical Brain Reseach de la Universidad de Tübinger y su colegas han demostrado que el beta-amiloide también puede afectar al cerebro aunque se introduzca desde fuera de la corteza cerebral.
Según su experimento hecho con ratones, de un grupo de animales sanos a los que se les inyectó la proteína beta-amiloide, varios desarrollaron los síntomas de Alzheimer después de varios meses.
Todavía no está claro cómo es que el beta-amiloide inyectado provocó la enfermedad, pero los autores creen que existen mecanismos que permiten el transporte del beta-amiloide de los tejidos periféricos al cerebro.
Una de las características distintivas del mal de Alzheimer es la acumulación de placas insolubles de proteínas mal dobladas entre las células nerviosas del cerebro, que causan neurotoxicidad.
Los cerebros sanos desglosan y desechan estos fragmentos de proteínas mal dobladas; pero en la enfermedad de Alzheimer, los fragmentos se acumulan para formar placas duras e impenetrables (amiloides).
La doctora DYvonne Eisele, del departamento de neurología celular del Heartie-Insitute for Clinical Brain Reseach de la Universidad de Tübinger y su colegas han demostrado que el beta-amiloide también puede afectar al cerebro aunque se introduzca desde fuera de la corteza cerebral.
Según su experimento hecho con ratones, de un grupo de animales sanos a los que se les inyectó la proteína beta-amiloide, varios desarrollaron los síntomas de Alzheimer después de varios meses.
Todavía no está claro cómo es que el beta-amiloide inyectado provocó la enfermedad, pero los autores creen que existen mecanismos que permiten el transporte del beta-amiloide de los tejidos periféricos al cerebro.