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Prohibir importaciones. La (i)lógica del encierro

* Por Tomás Bulat. En estos últimos días es noticia la prohibición de importación de automóviles de producción extra Mercosur. La mayoría son unidades de lujo y -en total- representan menos del 5% del mercado argentino de automóviles.

A esta medida hay que sumarle las prohibiciones o limitaciones a la importación de textiles, motocicletas, tractores, etc. Solo por nombrar las más recientes.

Pero el gobierno no solo prohíbe las importaciones, sino que también prohíbe las exportaciones (trigo, maíz, queso, carne, gas, naftas, etc.) y por lo tanto son lógicas que van en el mismo sentido: ver al mundo como un espacio agresivo y no como uno de oportunidad.

Las razones para prohibir o restringir importaciones

Existen básicamente dos: la primera, que cumple con las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), es el daño que podría realizar a la industria local estrategias de dumping de países exportadores. Si el daño a la industria local se verificara, entonces sí se podrían subir aranceles o restringir importaciones.

La segunda razón es financiera, es decir que los bienes importados serían de tal magnitud que afectarían la provisión de divisas que genera el sector externo. Si bien esta medida no está avalada por la OMC, podría entenderse como una estrategia de corto plazo y marcada por la coyuntura.

Lo interesante es que la prohibición de importar automóviles extra Mercosur no cumple con ninguno de los dos requisitos. El sector automotriz se encuentra en un record productivo y con un año 2011 de excelentes perspectivas. Por otro lado, los autos que se importan no compiten con ninguno que se fabrique en el país.

En cuanto al segundo punto, Argentina tiene un superávit comercial de 12.000 millones de dólares, pero lo llamativo es que el mayor déficit comercial lo tiene con Brasil, y entre otros, en el sector automotor. Es decir que el problema es nuestra mala inserción con Brasil, no con el mundo.

¿Importan las importaciones?

Cuando se habla de restringir importaciones, debemos saber a qué nos referimos, porque muchas veces se habla de los bienes de consumo final, pero estos, en el 2010 solo representaron el 12% del total de las importaciones. De hecho, lo que más se importa son los denominados bienes intermedios con más del 30% del total; seguido por bienes de capital con un 21% y luego piezas y accesorios para bienes de capital con un 20%. Este conjunto de bienes explican las importaciones necesarias para producir e invertir cada vez más, por lo cual, restringir su importación implica comprometer el crecimiento del país.

Pero los bienes de consumo no son solamente una porción mínima de nuestras importaciones, sino que en el 2010 crecieron muy por debajo del promedio.

Como se puede ver, mientras las importaciones totales crecieron un 46%, los bienes de consumo lo hicieron tan solo un 30% y el alto porcentaje de vehículos lo explica en su gran mayoría los automóviles provenientes de Brasil.

Por lo tanto restringir importaciones, mas cuando hay un boom de demanda, lo único que logra es que la oferta sea menor, y por lo tanto los precios suban aun más, presionando la inflación.
Prohibir importaciones y prohibir exportaciones

El problema de la economía Argentina es que la generación de dólares está principalmente concentrada en el balance comercial, dado que no tiene acceso al mercado voluntario de capitales y la IED es muy baja para el tamaño del país.

Pero la preocupación por cómo disminuye el saldo comercial no debe ser vista desde el lado de las importaciones, sino del de las exportaciones. Argentina no tiene un saldo comercial mayor porque sus exportaciones no crecen todo lo que podrían, y no debido al crecimiento de sus importaciones.

En el siguiente cuadro se encuentran las tasas de crecimiento de las exportaciones y de las importaciones desde el 2000 y hasta el 2010 para algunos países latinoamericanos.

Las exportaciones argentinas crecieron un 164%, una cifra más que importante, pero por debajo de la mayoría de los países a excepción de México. (Vale la pena recalcar que México alcanzó los 300.000 millones de dólares en exportaciones)

Lo interesante es que las importaciones que crecieron mucho, un 124%, tampoco son excesivas si se las compara con el resto de la región. Solo el incremento de México está nuevamente por debajo del local.

La última columna muestra la diferencia entre la tasa de crecimiento de las exportaciones y de las importaciones y puede observarse cómo Argentina es la de peor performance, a excepción de México.

Entonces el problema es que Argentina no exporta más porque se restringen y prohíben sus exportaciones. Si se liberara el potencial exportador, Argentina debería importar mucho más, para financiar la inversión y su desarrollo y, paradójicamente, su saldo comercial sería aún mucho mayor.

El principal problema es que cuando se comienza trabando o prohibiendo las exportaciones, necesariamente se termina prohibiendo las importaciones.