Prohíben por ley a trapitos y limpiavidrios en la Ciudad: fuertes sanciones
Es agravante si los encuentran cerca de un estadio durante un espectáculo o un partido de fútbol.
La Legislatura porteña alcanzó un objetivo que el macrismo venía persiguiendo sin éxito hace años. Con votos propios y de parte de la oposición, sancionó una ley que también reclamaba la Justicia. Ya no podrá haber cuidacoches en las calles porteñas: los que sean detectados recibirán sanciones, que serán más graves si el trapito está vinculado a una organización, como una barra brava.
Así lo decidieron 39 diputados que votaron a favor, contra 20 en contra. Con una particularidad: por primera vez en el año, los cuatro legisladores de la Coalición Cívica no votaron en conjunto con los otros integrantes del bloque de Vamos Juntos, los de Pro y los de Confianza Cívica (el partido de Graciela Ocaña). Se opusieron, al igual que el kirchnerismo, el peronismo y la izquierda. Pero el oficialismo sumó al Partido Socialista y a los diputados de Evolución, y así superó los 31 votos mínimos necesarios para sacar la ley.
En rigor, se trató de una reforma integral del Código de Contravenciones, que no se revisaba a fondo desde 2004.
Lo que se cambió es el artículo N° 79. Hasta ahora, sólo se podía castigar a los cuidacoches si se probaba que habían exigido el dinero, no si pedían una propina sin agredir. Pero para probar esa extorsión había que conseguir declaraciones de testigos u otras pruebas, y así ninguna causa avanzaba. Por eso, jueces y fiscales porteños reclamaban un cambio en la norma.
En este sentido, a partir de ahora el sólo hecho de ofrecerse para cuidar el coche será punible. Sólo podrán hacerlo aquellos que cuenten con la "tarjeta azul" que otorga la Ciudad a discapacitados, jubilados y otros, a quienes sí autoriza.
La multa será de entre $ 892,5 y $ 5.355. Pero a futuro podrían encarecerse, porque las sanciones económicas se establecen en base a Unidades Fijas, cuyo valor se actualiza semestralmente de acuerdo al precio de la nafta.
El otro cambio relevante es que los castigos serán más duros si se prueba que detrás del cuidacoches hay una organización, por ejemplo una barrabrava. También, si el trapito es detectado en los alrededores de un estadio de fútbol, un predio donde se realice un recital o alguno de los parques porteños.
Este punto fue central para que parte de la oposición apoyara la iniciativa. Roy Cortina, del Partido Socialista, había presentado un proyecto en este sentido, que fue tomado para el texto final, en la discusión que se llevó a cabo en la Comisión de Justicia.
Es que en la Legislatura existían dos posturas. La de la oposición y la Coalición Cívica era que no se debía "criminalizar" a personas que cuidan coches porque no tienen otro medio de ingreso, sobre todo en la crisis económica actual. Pero los que apoyaron la ley hicieron foco en la necesidad de combatir a las organizaciones que lucran en el espacio público.
Y esas diferencias por primera vez rompieron la unidad en el bloque oficialista. "No se pude castigar a una persona por lo que no hizo, por la posible comisión del delito. La lucha contra las mafias se aborda desde la decisión política de combatirlas", aseguró Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica.
Lo cierto es el macrismo logró la prohibición tras años de intentos que se quedaron truncos porque no tenían los votos suficientes y no conseguían el consenso opositor. Los primeros proyectos los presentaron cuando Mauricio Macri era jefe de Gobierno. Por eso ahora, tras la aprobación de la ley, el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, que ahora también tiene a su cargo el ministerio de Seguridad, afirmó que "a partir de ahora los vecinos van a tener una legislación que los proteja de las mafias que operan en el espacio público". En tanto, el vicepresidente 1° de la Legislatura, Francisco Quintana, agregó que atendieron "una demanda de larga data de los vecinos".
Otro aspecto destacado es que las sanciones a los trapitos, y a todas las contravenciones incluidas en el Código, serán más graves si la víctima es una mujer. "Se aumentan las penas cuando la conducta esté basada en la desigualdad de género", destacó Natalia Fidel, de Confianza Pública.
En el marco de la reforma integral, también se crearon las figuras contravencionales de "ciberdelitos" y se sancionarán a las pegatinas de oferta sexual. "Es una buena reforma, que busca cuidar el espacio público, que es el espacio democrático por excelencia", aseguró Daniel Presti, presidente de la Comisión de Justicia.