Producción hot de Evangelina Anderson, embarazada
Luego de la separación con Demichelis, la bella rubia posó como Dios la trajo el mundo, mostrando su pancita. ¿Estás de acuerdo con estas fotos en la dulce espera?
Madre de Bastián y a la espera de Lola, Evangelina Anderson muestra una nueva faceta de su vida. Separada del futbolista Martín Demichelis, padre del niño y de la niña que se aproxima, la rubia que hoy se encuentra en Buenos Aires se autodefine como "una mujer diferente".
Pese a encontrarse alejada de Martín y Bastián, la modelo de 26 años reconoce que "quiero que Lola nazca al lado de su papá" y cuenta que "todos los días nos vemos por Skype (con Bastián) y hasta jugamos juntos a ver quién aguanta la risa o a poner caras feas".
Anderson, quien se encuentra sola en Argentina, habló para la revista Caras de cómo quedó su relación con el exfutbolista del seleccionado y sobre cómo es para llevar un hijo y esperar a otro siendo soltera. "Ellos están felices, y verlos así me da la paz que necesito".
-Otra vez la soledad...
-...a la que siempre le tuve tanto miedo. Pero esta vez se siente distinta. Asimilo y digiero la situación mucho mejor...
-...porque hay una certeza.
-Y porque crecí.
-Lo que no mata...
-...te fortalece, y cómo. Después de la experiencia que vivimos, saqué una fuerza que no creía tener. Sin victimizarme, salí adelante, cuidé de mi hijo y de mi embarazo, conseguí trabajo y me hice cargo de una casa. Aprendí de la adversidad. Hoy tomo decisiones con calma, analizando factores desde mi rol de mujer y de mamá. Ya no soy tan compulsiva.
-¿Cuál fue la mejor lección?
-Que cuando uno ama, para reencaminar la situación es necesario pedir ayuda: la de tu pareja y la de un terapeuta (toma una sesión semanal). La comunicación es fundamental. Martín y yo estamos trabajando en eso.
"Siento que en este tiempo volví a ser yo. Recuperé parte de mi vida", suelta. "Nuevamente pisé un escenario, un estudio, frecuento a mis amigas y comparto mucho más con mi familia. Resurgí. Hoy también priorizo lo que necesito como mujer. Tal vez necesitaba este respiro, volver a ser yo".
"Desde que decidimos vivir en ciudades diferentes nunca faltó diálogo ni contención. No sentimos el corte. Acá o allá, nos relacionamos como si nada. Porque el amor siempre es más fuerte que cualquier cosa", dice explicando que este último reencuentro no fue "nada shockeante".
-La escena del ecógrafo volvió a repetirse.
-¡Sí! Era el plan. Queríamos estar juntos para conocer la carita de la beba. Pero ella se negaba. Bastían protestaba. Se ve que es rebelde. Cuando algo se hace con tanto amor, como este bebé tan buscado, y lo ves... No queremos perdernos esos momentos. Martín siempre trata de complacerme. Está muy al tanto de mis necesidades. Siempre fue así. Y eso me hace sentir muy bien".
-Eso comienza a explicar la voluntad de viajar en la semana 30 del embarazo.
-Sí. El me cuida, me contiene. Y priorizo el bienestar de mi familia. Una de las decisiones que tomé bajo análisis, como te contaba. Creo que además me estoy cuidando como mujer. Será parto natural, con antecedente de adelanto. Martín estaba loco por estar en Buenos Aires para el nacimiento. Pero temíamos que no llegase a tiempo. Son catorce horas de viaje. El parto de Bastían fue tan mágico, tan maravilloso, que quisiera revivirlo. Sé que en ese momento nadie va acompañarme como él. ¡Casi no me deja volver.
-¿Martín te lo pidió?
- Lo decidimos juntos. Fue después de una larga charla. Nos dijimos cosas lindas, imaginamos cómo serán los días con la nena, y bueno... no estaba en mis planes, ¡pero hay que jugársela! Yo debía volver, por mis responsabilidades laborales, para poner orden con la gente contratada para ayudarme con Bastían y la baja de su jardín de infantes. Estoy haciéndome estudios y esperando la autorización de mi obstetra porteño.
-¿Y sabes cuál será el marbellí?
-Ese que aconsejó cuáles eran mis días más fértiles en la búsqueda del embarazo.
-La película termina muy bien.
-Para, nadie habló de un final. La próxima meta es el nacimiento de mi beba, pero ya tengo ofertas laborales para 2013 (apunta con rapidez esta chica que sostiene que "el trabajo dignifica a la mujer" y "es parte de mi terapia".
-Sos tajante.
-Sí. Pero ojo: siempre prioricé a la familia, pero esta nueva Evangelina tiene otras necesidades...
-...y Martín, otros contratos.
-En medio de la crisis, cuando yo dije "me quedo" al salir esta oferta laboral en La Pelu (Telefe), él estudió la posibilidad de volver al país y jugar en River. Pero no se dio. Su contrato vence en mayo, pero a pesar de sus ganas, todo depende de los clubes.
- ¿Estás enamorada?
-¿Te parece que no lo estaría con una beba en mi vientre? Martín y yo nos reencontramos de manera adulta, no tan explosiva como antes, y con más diálogo. Esta relación sigue siendo sana y sincera. Lo nuestro siempre fue de a poco. Y va de a poco. El amor sigue intacto y la ilusión no se va. Todo se potenció con el embarazo
Pese a encontrarse alejada de Martín y Bastián, la modelo de 26 años reconoce que "quiero que Lola nazca al lado de su papá" y cuenta que "todos los días nos vemos por Skype (con Bastián) y hasta jugamos juntos a ver quién aguanta la risa o a poner caras feas".
Anderson, quien se encuentra sola en Argentina, habló para la revista Caras de cómo quedó su relación con el exfutbolista del seleccionado y sobre cómo es para llevar un hijo y esperar a otro siendo soltera. "Ellos están felices, y verlos así me da la paz que necesito".
-Otra vez la soledad...
-...a la que siempre le tuve tanto miedo. Pero esta vez se siente distinta. Asimilo y digiero la situación mucho mejor...
-...porque hay una certeza.
-Y porque crecí.
-Lo que no mata...
-...te fortalece, y cómo. Después de la experiencia que vivimos, saqué una fuerza que no creía tener. Sin victimizarme, salí adelante, cuidé de mi hijo y de mi embarazo, conseguí trabajo y me hice cargo de una casa. Aprendí de la adversidad. Hoy tomo decisiones con calma, analizando factores desde mi rol de mujer y de mamá. Ya no soy tan compulsiva.
-¿Cuál fue la mejor lección?
-Que cuando uno ama, para reencaminar la situación es necesario pedir ayuda: la de tu pareja y la de un terapeuta (toma una sesión semanal). La comunicación es fundamental. Martín y yo estamos trabajando en eso.
"Siento que en este tiempo volví a ser yo. Recuperé parte de mi vida", suelta. "Nuevamente pisé un escenario, un estudio, frecuento a mis amigas y comparto mucho más con mi familia. Resurgí. Hoy también priorizo lo que necesito como mujer. Tal vez necesitaba este respiro, volver a ser yo".
"Desde que decidimos vivir en ciudades diferentes nunca faltó diálogo ni contención. No sentimos el corte. Acá o allá, nos relacionamos como si nada. Porque el amor siempre es más fuerte que cualquier cosa", dice explicando que este último reencuentro no fue "nada shockeante".
-La escena del ecógrafo volvió a repetirse.
-¡Sí! Era el plan. Queríamos estar juntos para conocer la carita de la beba. Pero ella se negaba. Bastían protestaba. Se ve que es rebelde. Cuando algo se hace con tanto amor, como este bebé tan buscado, y lo ves... No queremos perdernos esos momentos. Martín siempre trata de complacerme. Está muy al tanto de mis necesidades. Siempre fue así. Y eso me hace sentir muy bien".
-Eso comienza a explicar la voluntad de viajar en la semana 30 del embarazo.
-Sí. El me cuida, me contiene. Y priorizo el bienestar de mi familia. Una de las decisiones que tomé bajo análisis, como te contaba. Creo que además me estoy cuidando como mujer. Será parto natural, con antecedente de adelanto. Martín estaba loco por estar en Buenos Aires para el nacimiento. Pero temíamos que no llegase a tiempo. Son catorce horas de viaje. El parto de Bastían fue tan mágico, tan maravilloso, que quisiera revivirlo. Sé que en ese momento nadie va acompañarme como él. ¡Casi no me deja volver.
-¿Martín te lo pidió?
- Lo decidimos juntos. Fue después de una larga charla. Nos dijimos cosas lindas, imaginamos cómo serán los días con la nena, y bueno... no estaba en mis planes, ¡pero hay que jugársela! Yo debía volver, por mis responsabilidades laborales, para poner orden con la gente contratada para ayudarme con Bastían y la baja de su jardín de infantes. Estoy haciéndome estudios y esperando la autorización de mi obstetra porteño.
-¿Y sabes cuál será el marbellí?
-Ese que aconsejó cuáles eran mis días más fértiles en la búsqueda del embarazo.
-La película termina muy bien.
-Para, nadie habló de un final. La próxima meta es el nacimiento de mi beba, pero ya tengo ofertas laborales para 2013 (apunta con rapidez esta chica que sostiene que "el trabajo dignifica a la mujer" y "es parte de mi terapia".
-Sos tajante.
-Sí. Pero ojo: siempre prioricé a la familia, pero esta nueva Evangelina tiene otras necesidades...
-...y Martín, otros contratos.
-En medio de la crisis, cuando yo dije "me quedo" al salir esta oferta laboral en La Pelu (Telefe), él estudió la posibilidad de volver al país y jugar en River. Pero no se dio. Su contrato vence en mayo, pero a pesar de sus ganas, todo depende de los clubes.
- ¿Estás enamorada?
-¿Te parece que no lo estaría con una beba en mi vientre? Martín y yo nos reencontramos de manera adulta, no tan explosiva como antes, y con más diálogo. Esta relación sigue siendo sana y sincera. Lo nuestro siempre fue de a poco. Y va de a poco. El amor sigue intacto y la ilusión no se va. Todo se potenció con el embarazo