Presupuesto como techo, no como sarasa
Al cambiar el gobierno la actual administración nacional realizó una jugada que para muchos era muy peligrosa.
Desde hace muchos años en nuestra tierra y en el mundo muchos países realizan sus presupuestos anuales en forma poco seria o con dibujos artísticos geniales porque saben que no los cumplirán pero deben presentarlo a sus respectivos parlamentos para su aprobación. Si bien eso ocurrió incluso en nuestro país, en la última gestión esa temática se incrementó en demasía siendo parte ya de un esquema en el cual YA NADIE creía lo que expresaban.
Si debemos recordar algún caso por ejemplo para 2019 nos dijeron que el nivel de inflación proyectada sería de cerca del 10% cuando la realidad al final del año terminó siendo del 53.8% y el nivel del tipo de cambio arrancó en $36 y culminó en $63.
Al cambiar el gobierno la actual administración nacional realizó una jugada que para muchos era muy peligrosa, consecuencia de no colocar en el Ministerio de Economía alguno de los “expertos” medianamente conocidos en el país y a esos efectos concretó el arribo de un joven economista laureado en el exterior de tan sólo 37 años de edad y convocó para el cargo al Dr LE Martín Guzmán proveniente desde la Universidad de Columbia en EEUU.
En el caso de los presupuestos siempre miramos un número corto de variables que son las que les interesan a la mayoría de la sociedad, ellos son: inflación anualizada, valor del tipo de cambio (llámese dólar estadounidense), resultado fiscal y evolución del PBI. Para el presupuesto que se presenta este martes los valores de esas variables son:
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29% inflación anualizada
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$101 valor del tipo de cambio al 31/12/2021
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Déficit fiscal del 4.5%
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Evolución del PBI en +5.5%
En el caso de este presupuesto nos encontramos con una diferencia muy grande con los anteriores, podemos decir que este por primera vez en muchísimos años es un esquema presupuestario que marca lo peor que puede esperar el gobierno para el próximo año consecuencia de las políticas económicas y soluciones que se encaminan a realizar en cuanto a los temas de deuda externa (incluso con el FMI), la armonización de impuestos del país y el comercio internacional que permita modificar las reservas del BCRA.
Ese dato de inflación anualizada del 29% es muy cercano al dato de inflación anual de este 2020 que sería del 28%, más allá de lo que digan aquellos que están en el REM que en los últimos 5 años no acertaron ni uno solo de sus datos; en el tipo de cambio quiere decir que el tipo que a fin de este año será no mayor a $83 y la evolución del PBI es de acuerdo con el déficit fiscal del 4.5%.
Sobre esos mismos datos y de acuerdo a las estrategias y políticas económicas que conocemos podemos afirmar que el nivel de inflación 2021 no sería superior al 20 o 21%, el valor del dólar no superará los $100, mientras que el déficit sería apenas del 1% consecuencia de la eliminación de subsidios al implementar el análisis de los costos en pesos que traería como corolario una evolución del PBI mínimo del mismo nivel de caída de este año (- 9%) más la suba por la fabricación de mínimo 3 vacunas contra el covid-19 que serán +1% de crecimiento puro de PBI. Esto lo genera un Ministro joven y no contaminado por lo financiero como Martín Guzmán con nuevas ideas y forma de ser.
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