Presos: sueldos, aguinaldos y polémica
Cinco especialistas en el tema analizaron el fenómeno en el piso de "Chiche en Vivo".
La polémica por los sueldos que cobran algunos presos en las cárceles argentinas sigue despertando rechazo en determinados sectores de la sociedad. Leandro Harpelin, educador en cárceles por la UBA, Adolfo Casal Alba, abogado penalista, Ramiro Gutiérrez, abogado penalista, Carlos Telledín, quien se recibió de abogado en la cárcel y Juan Soriano, integrante de "Vatayón Militante", visitaron el piso de "Chiche en Vivo" y analizaron el fenómeno, que divide las aguas.
Juan Soriano, quien trabajó en las cárceles argentinas durante dos años, fue el primero a dar su conocer su opinión en este debate tan necesario como polémico. "Si una persona trabaja, tiene que cobrar. No todos los presos trabajan. Si un tipo labura, me parece bien que cobre. Y si cobra, me parece correcto que tenga aguinaldo, como en cualquier lugar que haya contrato laboral", definió el militante.
Por su parte, Leandro Harpelin, de la asociación "Educación en Cárceles" de la Universidad de la Buenos Aires, explicó que existen empresas privadas que contratan a los presos para realizar determinados trabajos. "El pago se da a través de Estado, porque el empresario privado deposita en el Estado, a través de Ente Cooperador, el salario", detalló.
Adolfo Casal Alba, abogado penalista, se mostró un tanto más rígido y determinó: "Quiero que el preso tenga una sanción que condigna con el delito que ha cometido. Hoy en día es muy difícil llevar a una persona a prisión. Gracias a este pseudogarantismo, llevar a alguien a prisión, desde Zafraroni hasta acá, es muy difícil. Hay una ley, la 24660, que modificó el Código Penal. El código decía: se cumplirá con trabajo obligatorio".
Ramiro Gutiérrez, abogado penalista, se posicionó en la misma línea que su colega al afirmar: "Creo que este es el mundo del revés. Mi papá no entiende cómo trabajó toda la vida y tiene los mismos derechos a agremiarse que un preso. Se han pagado a diciembre 31 millones de pesos del Estado para pagar estas retribuciones".
"Hacen estos fallos que por los hay que pagar sueldos y aguinaldos. Acá hay alguien que se lleva una dádiva por ser cabecilla. Una cosa es el trabajo como acción reparativa, se llama trabajo de labor terapéutica. Otra cosa es lo que está pasando", declaró Gutiérrez.
En las antípodas de este pensamiento se ubicó Carlos Telledín, quien se recibió de abogado dentro de una cárcel. "Estoy completamente de acuerdo con que los presos trabajen, cobren un sueldo y tengan aguinaldo. Este beneficio entró en vigencia con el pacto de San José de Costa Rica en los 90. Dentro del penal, los presos tienen que tener el mismo tratamiento igual al que los trabajadores que están afuera. Además, la ley deroga la reclusión perpetua. Los detenidos, tarde o temprano, van a salir. No hay prisión perpetua ni reclusión perpetua. El problema del Estad es el control que no se hace cuando (los presos) salen", concluyó.