Preparan más medidas contra mercado del dólar paralelo
*Por Pablo Wende. La disparada del dólar en el mercado informal y del «contado con liquidación» por encima de $ 4,40 encendió la luz de alerta en la Casa Rosada y también en el Banco Central.
Como consecuencia, tanto desde la autoridad monetaria como desde la Comisión Nacional de Valores (CNV) activarán mecanismos para ponerle una barrera a la fuga de capitales y a los que hacen millonarios negocios aprovechando la brecha que se abrió entre la cotización del dólar oficial ($ 4,12 en las pizarras del microcentro) y el paralelo.
En la mira quedaron dos tipos de operaciones. Una es la más tradicional, llevada adelante por «coleros» que aprovechan para comprar billetes «baratos» en casas de cambio y luego lo venden en el informal. Pero también habrá un control más estricto del proceso mucho más sofisticado que implica la fuga de divisas a través del mercado bursátil. Para controlar este proceso intervendrá la CNV, a cargo de Alejandro Vanoli, que hace dos semanas ya firmó un convenio de cooperación con la Superintendencia de Entidades Financieras.
Justamente, es el superintendente de Entidades, Santiago Carnero, quien comenzó a llevar adelante estas iniciativas que apuntan a un control más estricto de lo que sucede en el mercado cambiario. Al cierre de la última semana, las casas de cambio fueron testigo de este nuevo accionar. Desde el BCRA desembarcaron en forma masiva inspectores en prácticamente todas las entidades. En la jerga financiera se denomina «puntos fijos».
Habitualmente, las entidades informan a la Superintendencia todas las operaciones cambiarias registradas en el día. El Central analiza la información, la cruza con la AFIP y emite luego un listado con el nombre de individuos y empresas que quedan inhabilitados para operar. Se busca así cercar a los «coleros», que compran dólares a $ 4,12 y automáticamente venden esos billetes en el mercado informal a $ 4,32, lo que les deja una diferencia de casi un 5% al instante.
En la reunión que mantuvo Cristina de Kirchner con los banqueros de las cuatro principales cámaras bancarias (ABA, ADEBA, Abappra y ABE), la preocupación por la suba del dólar informal estuvo presente, aunque la mayor trascendencia mediática fue el pedido de la Presidente para que los bancos le presten más a la producción. Pero en ese mismo encuentro fue Mercedes Marcó del Pont, la titular del BCRA, la que advirtió sobre «operaciones sospechosas» por parte de algunas entidades que terminan fogoneando el precio del dólar y facilitan la fuga de divisas.
La preocupación del Gobierno es que aún cuando se trata de un mercado con menos volumen, el fuerte incremento del dólar informal comenzó a generar nerviosismo entre los ahorristas. El peligro es que el crecimiento de los plazos fijos en pesos se vea afectado, pero también que crezca excesivamente la demanda de divisas, restándole al Central la posibilidad de acumular reservas. De hecho, algunas estimaciones privadas indican que este año la fuga de capitales finalmente se ubicará por encima de los u$s 15.000 millones.
Aunque en los últimos meses se multiplicó la lista diaria de inhabilitados publicada por el Central, la mayor brecha entre las dos cotizaciones multiplicó la cantidad de organizaciones que se dedican a contratar gente de bajos recursos para actuar como «coleros». Ante semejante panorama, desde el BCRA decidieron salir a controlar a través de inspectores cada una de las operaciones, al menos en aquellas instituciones que presentan mayor cantidad de operaciones sospechosas. Estos «puntos fijos» restringen notoriamente la cantidad de transacciones que finalmente se realizan en muchas casas de cambio, ya que sus responsables tienen el doble de cuidado cada vez que tienen que vender dólares por ventanilla.
El «contado con liquidación» tiene una sofisticación mucho mayor. La CNV llevará adelante investigaciones a fondo sobre las operaciones realizadas por sociedades de Bolsa y otras entidades que operan en el mercado de capitales para establecer si se trata de transacciones legales. Una alta fuente oficial le explicó a este diario que la mirada «estará puesta en aquellas operaciones en las que las entidades le prestan su nombre a un tercero, que es quien en realidad está fugando las divisas». En estas transacciones, que se estarían repitiendo de manera preocupante, incluso podría corresponder la aplicación de las normas antilavado, que también recaen sobre los distintos actores del mercado de capitales.
Enviar divisas al exterior por el mercado formal se ha vuelto cada vez más complicado. El precio del «cable», es decir girar dólares al exterior, ya se ubica en el 3%, de lejos el más alto de los últimos años. Y por otra parte, el Banco Central tampoco se muestra demasiado permeable a la hora de permitir que se giren divisas. En el primer trimestre, por ejemplo, cayó casi un 45% el giro de utilidades de empresas a sus casas matrices en relación con el mismo período del año pasado.
De esta forma, la única vía que les queda a muchas empresas para girar fondos al exterior, aún sin contar con autorización expresa, es hacerlo a través del mecanismo de «contado con liquidación», que consiste en comprar acciones o bonos en el mercado local con pesos, pero luego transferirlos al exterior para obtener los dólares afuera. Completar la operación es lo que determina que la cotización del dólar ya se ubique por encima de $ 4,40.