Preparan debut de acuerdo social en Mar del Plata
El Gobierno dará entre mañana y el viernes el paso más concreto hasta ahora para tratar de definir el acuerdo económico y social que quiere lanzar antes de fin de año Cristina de Kirchner.
En Mar del Plata, y en eventos separados, habrá seminarios paralelos de empresarios y sindicalistas, donde, al terminar, debería lograrse una foto y declaraciones de ambas partes aceptando el comienzo de las negociaciones.
El Gobierno dará entre mañana y el viernes el paso más concreto hasta ahora para tratar de definir el acuerdo económico y social que quiere lanzar antes de fin de año Cristina de Kirchner. En Mar del Plata, y en eventos separados, habrá seminarios paralelos de empresarios y sindicalistas, donde, al terminar, debería lograrse una foto y declaraciones de ambas partes aceptando el comienzo de las negociaciones.
Mañana, la Presidente y el ministro Amado Boudou cerrarán el IV Encuentro Empresarial Iberoamericano en el Golf Club de Mar del Plata. El viernes será el turno del I Encuentro Sindical Iberoamericano, donde estarán presentes el ministro de Trabajo, Carlos Tomada; el titular de la CGT, Hugo Moyano, y el de la CTA, Hugo Yasky. En los dos eventos, y a modo de coordinador general, participará el ministro Julio De Vido. Se espera que de ambas reuniones salga el compromiso empresarial y sindical de sentarse a la misma mesa para cerrar rápidamente los términos del primer llamado para negociar y llegar a un acuerdo. Será un pacto de precios y salarios que debería regir durante todo 2011, y que marcará las pautas de alzas de los sueldos para las próximas paritarias y el nivel general de incrementos de precios que tendrán los principales productos de consumo fabricados en el país.
La idea es aprovechar la presencia de casi todo el gabinete y de la mayoría de los empresarios representativos y sindicalistas de peso en Mar del Plata, en los eventos paralelos a la XX Cumbre Iberoamericana que desde el viernes se concretará en Mar del Plata.
Entre otros, por el lado empresarial, estarán Enrique Pescarmona, Héctor Méndez y José Ignacio de Mendiguren (UIA) y Marcelo Argüelles (Sidus), junto con Moyano, Yasky, Omar Viviani (taxistas), Gerardo Martínez (UOCRA) y Pedro Waisejko (CTA, Neumáticos).
Símbolo
Para el Gobierno, éstos representan un símbolo perfecto del tipo de empresarios y gremialistas que deberían sentarse a la mesa de negociaciones.
Los empresarios ya dieron el visto bueno, pero pusieron como condición el compromiso oficial de «domesticar» a Hugo Moyano y sus acciones directas durante 2011. Así se lo hicieron saber al propio Tomada representantes de empresas multinacionales en las reuniones que el ministro de Trabajo ya comenzó a hacer para recibir inquietudes y plantear objetivos y deberes a los empresarios, antes de comenzar las negociaciones formales. Tomada ya se encontró el lunes pasado con los representantes de la Cámara de Comercio Argentino-Española y lo hará hoy con los empresarios iberoamericanos. Para mañana al mediodía tiene agendados a los delegados de las empresas alemanas y el lunes próximo a los de la AMCHAM (empresas de Estados Unidos).
Compromiso
En todos estos encuentros con los privados internacionales, el ministro llevará la misma propuesta e inquietud oficial: el Gobierno se compromete a contener a Moyano, pero exige un acuerdo en cuento a los precios estructurales de la economía argentina.
Las primeras líneas de negociación se basan en el compromiso de un incremento salarial de base para 2011 del 20% (aceptado ya por la UIA), al que se sumaría un porcentaje de aumento extra, según los números que los diferentes sectores hayan mostrado en 2010. Según la visión oficial, rubros con un buen ejercicio podrían incrementar los salarios durante el próximo año en hasta un 30% como máximo, con un promedio similar al de 2010: 23%. Para el Gobierno, este nivel, distribuido en todo el año, no debería provocar mayores presiones inflacionarias a las existentes actualmente. A cambio, el oficialismo se comprometería a garantizar «paz sindical» en el país. Esto incluye bloqueos moyanistas como los que sufrió este año Techint, entre otros, piquetes y cortes de rutas (al menos con los sindicatos de la CTA y la CGT) y caos aeronáutico por paros como los de las últimas semanas en Ezeiza.