Preocupante retroceso de la Argentina en educación
Cayó 20 puntos en 10 años, según un relevamiento internacional; el Ministerio de Educación lo objetó
La Argentina es uno de los países que más retrocedieron en la última década en materia educativa, según el informe PISA 2009, un estudio internacional que evalúa a los estudiantes de 15 años en comprensión de lectura, matemática y ciencias.
De 2000 a 2009, según esa medición, la Argentina cayó 20 puntos: de 418 a 398. El análisis comparativo, que cada tres años dirige la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y que en esta edición se realizó en 65 países y abarcó a 470.000 estudiantes, ubicó a la Argentina en el puesto 58. Entre los países de América latina, sólo superó a Panamá y a Perú en comprensión de lectura. Hace tres años, sobre un total de 58 países, la Argentina ocupaba el sitio 53.
El estudio, que se difundió ayer en todo el mundo, fue objetado por el Ministerio de Educación. Por eso, el Gobierno analiza, junto con otros países latinoamericanos, no presentarse en la próxima medición y hacer un estudio similar, pero con estándares que respondan a las características de la región.
El ministro de Educación, Alberto Sileoni, cuestionó específicamente que las pruebas realizadas "son concebidas para una realidad que no es la nuestra". Y en ese sentido, señaló que el 36% de los estudiantes relevados no están en el nivel educativo requerido por el test internacional, que prevé que a los 15 años hayan cursado por lo menos diez años de escolaridad en total.
"Ese porcentaje no es un dato menor", dijo Sileoni, y explicó que ese 36% de adolescentes que no está en el nivel esperado para su edad puede estar cursando grados de la primaria en escuelas para adultos o asistir a centros de formación profesional.
El funcionario agregó que "a tal punto es importante esta circunstancia" que, a raíz de una solicitud del gobierno argentino, el informe PISA incluye "una suerte de aclaración o enmienda" que dice: "La baja performance de los estudiantes de 15 años en la Argentina está en alguna medida influida por la gran proporción de estudiantes de 15 años enrolada en programas fuera de los años de la educación regular".
A partir de esa presentación del gobierno argentino, el consorcio PISA accedió a presentar por primera vez los resultados totales del país, y, por separado, con el título de "secundaria regular", los de los alumnos de 15 años que están en el nivel educativo requerido por la prueba.
En el país esa evaluación se tomó a 4474 estudiantes de 199 escuelas de gestión pública y privada en poblaciones urbanas y rurales. Si bien el puntaje va de 0 a 1000, el promedio obtenido en 2009 por todos los países participantes es de 570 puntos y, según dicen en el Ministerio de Educación, "ningún país habría alcanzado nunca los 1000 puntos". Los resultados totales para la Argentina fueron de 398 puntos en lectura, 388 en matemática y 401 en ciencia. En tanto, el fragmento de los estudiantes en la "secundaria regular" obtuvieron 439, 421 y 439 puntos respectivamente.
En el ranking mundial de 65 países, Shanghai, Corea del Sur, Finlandia, Hong Kong, Singapur y Taiwan obtuvieron las mejores calificaciones (ver aparte). En Comprensión de lectura, Chile ocupó el lugar 44, Uruguay el 47, México el 48, Colombia el 52, la Argentina el 58, y luego siguen Panamá y Perú. En matemática, Uruguay fue 47, Chile 49, México, 50, la Argentina 54, Brasil 55, Colombia 56 y Perú 63. Y en ciencia, Chile ocupó el lugar 44, Uruguay el 48, México el 50, Brasil el 53, Colombia el 54, la Argentina el 55 y Perú el 63.
Cuestionamientos
El ministro destacó que los resultados de la prueba muestran también que "en términos absolutos respecto del rendimiento argentino 2006-2009 hemos mejorado como ha mejorado el resto de América latina".
Señaló que el puntaje de los argentinos subió, con respecto a hace tres años, 24 puntos en comprensión de lectura; 7 puntos en matemática y 10 puntos en ciencia. Y cuestionó que esta muestra "compara lo que no es comparable", porque "no es lo mismo comparar un país con un estado como es el caso de Shanghai (China), donde sólo se hizo, además, en la población escolar urbana".
De los nueve países de América latina que participaron de la prueba de comprensión de lectura -área en la que se puso mayor atención esta vez-, la Argentina se ubica en el sexto lugar. Por encima están Chile, con 449 puntos; Uruguay, con 426 puntos; México, con 425; Colombia, con 413, y Brasil, con 412.
El subsecretario de planeamiento educativo de la Nación, Eduardo Aragundi, comentó que el lugar de la Argentina sería otro más favorable si se tomara el puntaje total obtenido por los estudiantes que están en el nivel requerido por este examen. "Chile encabeza en la región porque hace 20 años que viene invirtiendo en Educación, aun con las tensiones que esto le significa", dijo Sileoni, y auguró: "Si nosotros persistimos en la inversión seguramente seguiremos mejorando".
Para el ministro "hay países que están mejor que la Argentina, pero atienden a un porcentaje mucho menor de alumnos". Señaló que en los últimos años el sistema educativo argentino sumó a unos 150.000 chicos de los sectores pobres, sin contar con la última incorporación, que deviene de la implementación de la asignación universal por hijo.
"Está claro que un país que tiene el 81% de tasa de escolarización de nivel secundario, como tenemos nosotros, puede tener otros índices diferentes a los de países que tienen el 69% o el 65% de cobertura."
Las argumentaciones de Sileoni no son, según él mismo aclaró, "justificativos sino complejidades a la hora de leer los resultados".
La participación en el estudio conducido por OCDE es una decisión voluntaria de cada país. Si el Gobierno tiene tantos reparos ¿por qué mantiene su participación? "Porque no queremos aislarnos del mundo ni esconder nada", respondió el ministro, que anticipó que están avanzadas las conversaciones con ministros de Educación de América latina para obtener una evaluación de carácter más regional. De ahí que la continuidad de la Argentina en la prueba PISA no estaría asegurada. "Estamos viendo qué es más conveniente", dijo Sileoni.
Para el director del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), Axel Rivas, "las pruebas de PISA son el instrumento más serio en términos de rigurosidad metodológica y el más polémico, por sus usos abusivos para extraer conclusiones de la realidad educativa comparada de los países, para medir los aprendizajes de los alumnos". No obstante, Rivas destacó la situación crítica de nuestro país, si se la compara con la primera medición del año 2000, y señaló que la Argentina "está por debajo de países de la región que tienen condiciones sociales iguales o inferiores y tradiciones educativas con menor fortaleza histórica". Y advirtió: "No deben extraerse resultados extremistas de estos diagnósticos, pero tampoco pueden ser ignorados".