Preocupación en Uruguay por un rebrote de casos de covid-19 mientras se reabren actividades

Una semana atrás Uruguay parecía haber extinguido el drama del coronavirus: el jueves 18 eran solo 12 los afectados, y avanzaba la reapertura de centros de estudios, lugares de trabajo, shoppings, algunos shows de música y deportes.

Pero un día después, el viernes 19, la tendencia se frenó y los casos aumentaron a 15, el sábado a 19, el domingo a 37, el lunes a 42, el martes a 45, el miércoles a 61. El rebrote se dio otra vez en la frontera con Brasil, en la ciudad de Treinta y Tres, junto a una zona del estado de Río Grande que está muy afectada por el virus.

El viernes pasado se constató el primer caso en esa ciudad y comenzó una nueva cadena de contagios que inquietó al gobierno nacional y llevó al presidente Luis Lacalle Pou a trasladarse directamente a ese lugar.

"El origen puede ser algún paciente que estuvo internado", declaró el presidente de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), Leonardo Cipriani.

El equipo que trabaja en el combate a la Covid-19, que cuenta con especialistas en infecciones, virus y epidemias, maneja estos casos con un criterio de bomberos: primero con un perímetro de "matafuegos" que impida la propagación y luego "apagando" el "incendio" en la zona.

Analizan los casos de personas afectadas y sus círculos de relacionamiento, para proceder a aislar y testear. Eso lleva un seguimiento pormenorizado de todas las personas que tomaron contacto con los infectados.

"La verdad que fue un golpe medio duro para mí en lo personal, porque veníamos bárbaro, estábamos con 12 casos activos, íbamos rumbo a tener seis, lo teníamos controlado y ahora estamos en 60 (hasta el miércoles), pero esa gran mayoría son de casos en Treinta y Tres que no me cabe la menor duda que lo estamos controlando", dijo Lacalle Pou.

"Nosotros ya estábamos con la cabeza puesta en levantar la emergencia sanitaria", agregó. Pero señaló que incluso antes de estas novedades sabían que no había terminado el problema: "Una cosa es levantar la emergencia sanitaria y otra cosa es la nueva normalidad: el distanciamiento físico sostenido va a permanecer por mucho tiempo".

El gobierno confía que pueda "apagar" este nuevo "incendio" sanitario, como ya lo hizo en otra ciudad fronteriza con Brasil, la que es más complicada.

Rivera del lado uruguayo, y Santana do Livramento del lado brasileño, son en los hechos una misma ciudad de dos nacionalidades, porque están separadas por una frontera invisible de calles y avenidas. A comienzos de este mes se había dado un brote del virus en Rivera, por contagio de ciudadanos brasileños, que generó preocupación por unos días y luego quedó prácticamente solucionado.

Pese a destacar el comportamiento general, Lacalle Pou comentó que muchos uruguayos comenzaron a descuidarse cuando vieron que los casos eran muy pocos. "Nos relajamos un poco; lo vemos en las redes, lo vemos en todos lados", afirmó el presidente.

El combate al coronavirus le dio una alta popularidad al gobierno de Lacalle Pou, con el apoyo de sus votantes pero también de votantes del opositor Frente Amplio. La última encuesta de Equipos Consultores dio una aprobación de su gestión de 63%.