Premio a Chávez, un gran desatino
El premio otorgado al presidente venezolano Hugo Chávez por la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata ha sido una demostración más del menosprecio hacia la libertad de expresión que exhiben sectores oficialistas y organizaciones fomentadas por algunos gobiernos que se autodefinen como "progresistas".
El premio otorgado al presidente venezolano Hugo Chávez por la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata ha sido una demostración más del menosprecio hacia la libertad de expresión que exhiben sectores oficialistas y organizaciones fomentadas por algunos gobiernos que se autodefinen como "progresistas". El presidente Chávez ha dado constantes muestras de una concepción autoritaria del poder así como del lugar instrumental y subordinado que le asigna a los medios de comunicación en la sociedad actual.
Los resultados de esa concepción autoritaria y sus consecuencias directas están a la vista luego de más de una década en el poder en Venezuela: el cierre de radios y canales de televisión, la persecución de periodistas opositores o críticos, el hostigamiento permanente hacia la prensa independiente y medios de comunicación privados, el abuso de los medios estatales con fines de propaganda y la instalación de un clima de enfrentamiento permanente que divide a la sociedad entre partidarios o enemigos del gobierno.
Lamentablemente hay sectores del poder político que han adoptado el mismo credo y prácticas, por convicción u oportunismo, en distintos países de la región. La visita de Chávez se produce en consonancia con el deterioro de las condiciones para el ejercicio de la libertad de prensa en la Argentina. Lejos de contribuir a corregir errores y mejorar la posición del país, ha sido presentada como un factor más de crispación y enfrentamiento. El otorgamiento de este premio aparece en semejante contexto como un desafortunado gesto de provocación.
El otorgamiento de un galardón al presidente venezolano por su "aporte a la comunicación y la democracia" en una Facultad de Periodismo es una amarga paradoja y un evidente desatino.