Positiva baja en las retenciones
La AFIP promueve las exportaciones de carnes y pescados con un incentivo fiscal que llegaría a otros sectores.
Las retenciones, o impuesto a las exportaciones, han sido motivo de los mayores desencuentros entre los sectores productivos del país y el Gobierno nacional, agravados en los últimos años al punto de generar una crisis de connotaciones políticas con la cuestionada Resolución 125 que pretendía exacciones confiscatorias al campo.
La voracidad fiscal siempre desalentó al empresariado, provocando la paralización de inversiones para afrontar compromisos en marcados externos que finalmente se perdieron por las restricciones impuestas con el fin de atender la demanda interna, una medida de dudosos resultados. Esto ocurrió con mayor rigor en las exportaciones de carnes, perdiéndose también el liderazgo argentino en el mundo y, lo peor, se destruyeron 7000 puestos de trabajo solamente el año pasado.
Afortunadamente la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ha revertido con buen criterio el esquema de retenciones a los exportadores de carnes y a la industria pesquera, con posibilidad de ampliarlo a otros sectores sensibles de la oferta externa argentina y con una lógica previsible: el gran costo fiscal por menores ingresos impositivos, será compensado con los mayores ingresos de las contribuciones patronales al intensificarse la actividad.
El esquema contenido en la Resolución 3320 de la AFIP prevé una caída del 15% al 5% en las retenciones a los exportadores de productos cárnicos a cambio de mantener, como mínimo, la dotación de personal de 2011 e incrementar en un mínimo del 5% el ingreso de divisas y a no mantener deudas impositivas. En el ámbito pesquero los beneficios para las exportación es de merluza común y para los langostinos se reducen del 10% al 5%, los calamares del 10% al 2,5% y varios productos procesados del 5% al 1%, según la medida del ente recaudador. El giro impositivo implica un aliciente para el aparato productivo y una salvaguarda para el sector laboral, cuya paralización apuntaba a dejar ahora mayor desempleo que el año pasado en esos rubros exportables.
Es de esperar que el análisis del comportamiento de los involucrados determine el éxito de las rebajas y que las menores retenciones se amplíen a otras actividades como las vitivinícolas, frutihortícolas y de la agroindustria en general para estímulo de las economías regionales, donde se inserta San Juan.