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¿Por qué tanto escándalo si Oggi Junco quiere llamarse Oriana?

¿El cambio de identidad sólo es válido si la decisión es temprana o si la persona realmente luce como quiere ser reconocida?

Oggi Junco dio un paso más en la radical transformación que comenzó en el último tiempo.

Desde que la mediática se asumió trans, comenzó una catarata de tratamientos y cirugías estéticas: se operó los pectorales, se colocó implantes de glúteos, se sometió a un trasplante capilar y se volvió aumentar el tamaño de sus pechos.

Pero el cambio no es sólo físico. Junco quiere también ser identificada con nombre femenino y ya inició los trámites en el registro civil para la modificación del nombre en su DNI.

Una vez que el trámite sea concretado, Oggy Junco pasará a ser Orianna Junco.

 

El caso de la cantante de "Está todo mal con vos" revoluciona las redes sociales con más críticas y cuestionamientos que aprobaciones.

Tanto curiosos, conservadores e incluso algunos integrantes de la comunidad trans, cuestionan en las redes sociales la decisión de Junco por haberse presentado como hombre durante tanto tiempo y tomar su decisión recién ahora. Pareciera que sólo es válido el reconocimiento de la sexualidad cuando se lo asume tempranamente.

Otros parecieran creer que una persona no tiene derecho a modificar la identidad de su DNI sino tiene la apariencia de la identidad sexual que reclama. El caso de Alejandro Iglesias, que se hizo conocido en Gran Hermano 2011 y que al salir de la casa consiguió hacer su DNI masculino con mucho menos cuestionamientos, es un ejemplo de ello.

Sin dudas, el hecho de que Oggy siempre fuera conocido por escándalos y polémicas televisadas que rozan lo grotesco, hace que para algunos sus acciones sean más pasibles de críticas y desvalorizaciones.

Así todo algo tan personal, profundo y trascendental como la identidad sexual autopercibida no debería ser tomado a ligera, como chiste, y mucho menos despreciado por completos ajenos.

"Me empecé a sentir una mina de cerebro", explicó Oggi Junco y confirmó una decisión que es algo mucho más grande que una idea caprichosa. Respetemos.