¿Por qué son tan importantes las moratorias previsionales en nuestro país?
Por Silvia Arce. Es necesario que las moratorias sigan en pie.
Los trabajadores autónomos o en relación de dependencia que reúnan los requisitos de edad para una jubilación o pensión por fallecimiento de un trabajador, pero no tengan los 30 años de servicios con aportes requeridos por la ley 24.2421, podrán hacerlo a través de la adhesión a una moratoria, que les permita completar los años de aporte faltantes.
En la actualidad existen dos moratorias vigentes.
- Moratoria Ley 24.476
Prevista para hombres y mujeres.
Los períodos a incluir deben estar comprendidos entre el 01/01/1955 al 30/09/1993 y desde los dieciocho 18 años de edad.
La deuda podrá cancelarse de contado o en un plan de hasta 60 cuotas, cuyos importes se adecuarán semestralmente mediante la aplicación del índice de movilidad.
La inclusión en esta moratoria está sujeta previamente a una evaluación socioeconómica.
- Moratoria Ley 26.970
Esta moratoria continúa vigente SOLO para las mujeres que cumplan la edad jubilatoria (60 años, y menores de 65 años.
Los períodos a incluir deben estar comprendidos entre el 01/01/1955 al 31/12/2003 y desde los 18 años de edad.
La deuda podrá cancelarse de contado o en un plan de hasta 60 cuotas, cuyos importes se adecuarán trimestralmente mediante la aplicación del índice de movilidad.
La inclusión en esta moratoria está sujeta previamente a una evaluación socioeconómica.
La presente moratoria vencía el 23 de julio de 2019 y si bien fue prorrogada, la misma beneficia a un grupo muy reducido de mujeres, dado que si o si es necesario contar con aportes. El problema radica en que la resolución dictada no incluyo la prórroga de la fecha de corte (diciembre 2003). Esto significa que en el año 2019 solo las mujeres de 60 años que cuenten con 4 años de aportes después de enero de 2004 podrán acceder a la misma. Asimismo, en el 2020 las mujeres de 60 años necesitarán 5 años de aportes, en el 2021 necesitaran 6 años y en el 2022, 7 años.
Como mencionara anteriormente, para poder ingresar en ambas moratoria es necesario superar la evaluación socio económica prevista por la ley. Dicha evaluación toma en cuenta los bienes e ingresos de las personas. Los parámetros actuales de la evaluación son los siguientes i) no tener un patrimonio que supere $ 2.583.792 ii) no poseer vehículos superiores a $ 968.922 iii) los gastos y consumos con tarjetas de crédito no pueden superar anualmente la suma de $ 839.732 iv) no haber percibido ingresos brutos mensuales por la suma de $ 53.829 promedio durante el último año.
Según fuentes de Anses, durante estos 3 últimos años se jubilaron con esta modalidad un promedio de 6.000 mujeres por mes (unas 216.000 mujeres). Se estima que los próximos 3 años se jubilaran unas 100.000 mujeres más con moratoria.
Es fundamental entender que en nuestro país no podemos pensar en tener un sistema previsional sin moratorias, dado que históricamente el empleo no registrado fue una constante y los controles de los aportes recién llegaron en los últimos años. En la actualidad existen, 7,6 millones de puestos de trabajo no registrados o en la informalidad y 1.750.000 desempleados a nivel nacional.
Desde el año 2006 se otorgaron 4 millones de jubilaciones y pensiones mediante las moratorias previsionales, es decir casi el 50% de los jubilados lo ha hecho con esta modalidad. Cuestionar las moratorias significa no entender de dónde venimos y la historia laboral y previsional que hemos y estamos atravesando.
Como sociedad tenemos que dejar de lado los prejuicios de pensar que las moratorias han complicado a los jubilados que tienen la totalidad de aportes. Esto es un mito que debemos derribar, es un dato totalmente erróneo. No es cierto que se cobre menos de jubilación por existir las moratorias. Las jubilaciones ordinarias se calculan conforme la ley 24.241. y posteriores regulaciones que establecen cómo hacerlo y no existe ninguna modificación al cálculo como consecuencia de la existencia de las moratorias. Como se mencionó precedentemente, las moratorias vienen a cubrir y subsanar errores que se han cometido en el seno de un país históricamente desprolijo y que resulta ser uno de los planes de inclusión previsional más importantes que hemos tenido en la historia de la seguridad social en la argentina y en toda América latina.
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