¿Por qué se desató la ola de saqueos en Córdoba?
Algunos hablan de un crimen organizado, otros de una reacción espontánea. Aquí la explicación de lo sucedido en primera persona.
Miguel Clariá, periodista de Córdoba, explicó la situación que se vivió en Córdoba y las razones que desentonaron en una cantidad inmensurable de saqueos y robos en las calles de la provincia.
"Córdoba ha pasado por una de las circunstancias mas dolorosas que yo recuerde. Córdoba tiene un entrenemiento excepcional, me refiero a quienes habitan Córdoba, para hacer revoluciones, enfrentar dictaduras y gobiernos democráticos, pero no para enfrentarnos entre nosotros. Lo que era difícil de preveer era que te afanara tu vecino, es difícil de digerir. Ha aflorado una lastimadura social profunda", dijo Clariá en el programa "Hola Chiche".
El contexto político fue un agravante en los hechos según contó el periodista: "La maldición del tercer mandato se lo lleva puesto a De la Sota, nadie en su Gobierno vió lo que cualquiera podía ver. La Ministra de Seguridad que encontró De La Sota es un dibujo y para colmo un dibujo animado, es un chiste, muy linda pero un chiste".
La mala relación entre De la Sota y el Gobierno Nacional habrían sido uno de los motivos por los cuales los incidentes fueron mas de los esperados: "De La Sota perdió los reflejos políticos, no le preocupan los cordobeses. Nos han usado en un tablero de ajedrez bastante perverso. A De La Sota, hoy no le cree nadie. Lleva 30 años en el poder de Córdoba y dos días antes del conflicto policial lo enganchan en un viaje que nadie sabe para qué era"
Acerca de cierta relación entre el acuartelamiento de los policías y el narco escándalo, Clariá dijo: "No creo que sea por el narcotráfico sino por la guita, las condiciones laborales de los policías eran humillantes".
Hoy, el Jefe de Gabinete Jorge Capitanich habló de crimen organizado y aseguró que no fue nada espontáneo, sobre esto Clariá respondió: "Están las dos cosas. El profesional de la delincuencia saben antes que va a haber conflicto como los vendedores callejeros. Hubo logística de estos grupos organizados, sabían antes que la Ciudad quedaba sin policías. No es casual que aparezcan 50 motos en una esquina para asaltar locales de ropa y de zapatillas de marca. No había estallido social como en el 2001. No había hambre".
En cuanto a las vías legales del asunto, el periodista explicó que "la calificación formal de los fiscales, que ya tienen unos 100 adentro e identificados a otros 500, es 'robo calamitoso'. Eso se puede extender a los que compren la mercadería robada que se vende como pan caliente en las redes y en la vía pública."