¿Por qué se celebra el Día del Niño?
Es un día especial dedicada a la fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo. La idea de agasajar a los nenes fue adoptada por las Naciones Unidas en la Asamblea General de 1959.
Cada país lo celebra en fecha y forma diferente, de acuerdo a como cada gobierno lo cree pertinente, pero su significado sigue siendo el mismo en todos.
El Día del Niño, que históricamente se festejaba en la Argentina el primer domingo de agosto, se celebra desde 2003 en coincidencia con Chile, el segundo domingo, debido a que la Cámara del Juguete pidió el cambio atendiendo a una necesidad mercantil.
En la Argentina esto obedeció a que el primer domingo podía caer a comienzo de mes, cuando muchos padres no habían cobrado aún su sueldo, por lo que las ventas de juguetes disminuían.
Para la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Día Universal del Niño es el 20 de noviembre por dos poderosas razones: en esa fecha de 1959 se aprobó la Declaración de los Derechos de los infantes y en 1989, se sancionó la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.
La ONU recomendó que todos los países instituyeran el festejo para promover la fraternidad entre los niños y la realización de actividades tendientes a su bienestar, pero dejó a cada nación en libertad de elegir la fecha.
Por eso, la fiesta no es uniforme: por ejemplo, en México el último día de abril; en Paraguay, el 31 de mayo; en Uruguay, el 9 de agosto...
El Día del Niño, que históricamente se festejaba en la Argentina el primer domingo de agosto, se celebra desde 2003 en coincidencia con Chile, el segundo domingo, debido a que la Cámara del Juguete pidió el cambio atendiendo a una necesidad mercantil.
En la Argentina esto obedeció a que el primer domingo podía caer a comienzo de mes, cuando muchos padres no habían cobrado aún su sueldo, por lo que las ventas de juguetes disminuían.
Para la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Día Universal del Niño es el 20 de noviembre por dos poderosas razones: en esa fecha de 1959 se aprobó la Declaración de los Derechos de los infantes y en 1989, se sancionó la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.
La ONU recomendó que todos los países instituyeran el festejo para promover la fraternidad entre los niños y la realización de actividades tendientes a su bienestar, pero dejó a cada nación en libertad de elegir la fecha.
Por eso, la fiesta no es uniforme: por ejemplo, en México el último día de abril; en Paraguay, el 31 de mayo; en Uruguay, el 9 de agosto...