Por qué no podrán rescatar al submarino ARA San Juan si está a más de 600 metros metros de profundidad
Se sumará el Antanov ruso, que traerá un sumergible eléctrico con capacidad de detección de hasta 6 mil metros, pero no es de rescate.
De acuerdo a lo informado por el vocero de la Armada, Enrique Balbi, la tecnología con la que cuenta la fuerza, gracias a la colaboración de Rusia y Estados Unidos, permite detectar en principio la ubicación del submarino ARA San Juan hasta 6 mil metros de profundidad, pero solo podrá realizar tareas de rescate a menos de 600 metros ¿por qué?
Según explicó Balbi este viernes por la tarde en el segundo parte informativo del noveno día de búsqueda, hacia la noche se sumará el Antanov ruso, que traerá un sumergible eléctrico con capacidad de detección de hasta 6 mil metros, pero no es de rescate.
En ese sentido, aclaró que la tecnología con la que se cuenta para ejecutar una tarea de rescate "es de 600 metros, a través de una embarcación sumergible de Estados Unidos".
Sucede que la profundidad de la zona en la que se detectó la anomalía hidráulica adjudicada al ARA San Juan oscila entre los 200 y 3 mil metros, por lo que se trata de un dato vital a la hora de pensar en el rescate del navío extraviado.
Por otro lado, Balbi ofreció datos: la meteorología había mejorado, lo cual colaboraba con el avance de la búsqueda; y que la zona de rastrillaje fue dividida en dos para trabajar con equipos de forma simultánea.
Según explicó Balbi este viernes por la tarde en el segundo parte informativo del noveno día de búsqueda, hacia la noche se sumará el Antanov ruso, que traerá un sumergible eléctrico con capacidad de detección de hasta 6 mil metros, pero no es de rescate.
En ese sentido, aclaró que la tecnología con la que se cuenta para ejecutar una tarea de rescate "es de 600 metros, a través de una embarcación sumergible de Estados Unidos".
Sucede que la profundidad de la zona en la que se detectó la anomalía hidráulica adjudicada al ARA San Juan oscila entre los 200 y 3 mil metros, por lo que se trata de un dato vital a la hora de pensar en el rescate del navío extraviado.
Por otro lado, Balbi ofreció datos: la meteorología había mejorado, lo cual colaboraba con el avance de la búsqueda; y que la zona de rastrillaje fue dividida en dos para trabajar con equipos de forma simultánea.