Por qué Mercurio es el planeta de la mente y cómo hacer para usarlo a tu favor
¿Cuántas veces te has sentido esclavo de tus pensamientos? ¿Te ha pasado que la mente no para de emitir ideas?
Hay un poder dentro tuyo que quiere actuar dominando. Es tu mente concreta, tu enorme capacidad intelectual. En Buen Karma, te damos claves para que puedas empezar a subordinar tus pensamientos y aprendas a dirigirlos.
Astrología Kármica: Mercurio el representante de la mente
Es el planeta que representa la mente intelectual, el diálogo, la comunicación, la realidad concreta, el pensamiento y la lógica. Es la lente que enfoca todos los poderes creativos. Resuelve e interpreta. Incluye el entendimiento lógico. Es el diálogo interno que precede a toda relación o acción. Es el ingeniero de nuestra computadora cerebral.
La mente no distingue lo que es verdad o mentira, repite lo que ya conoce. No puede crear por sí misma. Los Maestros de Oriente llaman a Mercurio: el mensajero de los dioses, porque conecta con las estrellas o puede llevarte a los infiernos.
En Fundación Fhers, a través de la Carta Natal Kármica, vemos que Mercurio representa la capacidad de oír, las relaciones con los hermanos, primos, vecinos, viajes cortos y el trabajo y la salud.
La crítica y la inconstancia son sus mayores defectos. El diálogo abierto y el servicio a otros sus virtudes más nobles: "La mente es esa parte que te ha sido dada. No es tuya. La mente significa lo prestado, la mente significa lo cultivado. No eres tú".
Cuatro pasos para poner tu mente mercurial a tu servicio
1- Observá
Buscá un lugar cómodo, relajá tus tensiones, respirá por la nariz al diafragma y observá qué hace tu mente. No luches contra los pensamientos, no hagas nada, solo observá. Es el primer paso para darte cuenta de que podés dirigir la atención adonde quieras. Vos no sos tu mente.
2- Revisá tu ingesta
Alimentación: Comer en forma caótica, sin equilibrio en el plato de comida, puede generar que nuestra mente esté en el futuro o en el pasado. Repetimos patrones mentales cuando nuestros hábitos son fijos. La naturaleza provee nutrientes que combinados en el plato diario colaboran para mantener el equilibrio fisiológico.
Movimiento físico consciente: nuestro cuerpo necesita de la actividad física. Las contracturas y tensiones, entorpecen el recto pensar.
Respiración nasal diafragmática: la respiración inadecuada activa el campo de deseos y lleva a la mente al futuro y a creer que tener más es sinónimo de felicidad. Cuanto más deseamos más queremos tener egoístamente.
Descanso: el estrés, la falta de una buena pausa, el pensar demasiado perjudica tu capacidad intelectual. La mente necesita reposo, como tu cuerpo físico. Tomate un tiempo diario para el ocio creativo, para romper la rutina, para crear algo diferente.
3- Escuchar la voz del corazón
La mente tiene ojos, el corazón tiene el coraje de lanzarse a lo que sea. Debés hacer una síntesis entre los dos. El corazón debe ser el maestro y la cabeza el sirviente. Como sirviente tienes una gran ventaja...tu capacidad de razonar. No puedes ser engañado, ni explotado.
El corazón tiene todas las cualidades femeninas: amor, belleza, gracia. La mente es salvaje. El corazón es más civilizado, más inocente. Es preciso crear un puente entre la mente y el corazón. Entre el sentir y el pensar. Entre lo femenino y masculino dentro nuestro.
"Cuando el corazón decida los valores, el mundo cambiará. Nunca optará por la Guerra, nunca optará por armas nucleares, no puede estar orientado hacia la muerte. Una vez que la mente está al servicio del corazón, tiene que hacer lo que el corazón decida. Y la mente tiene una capacidad increíble para hacer lo que sea; simplemente necesita las directrices correctas; si no perderá los estribos, se volverá loca. Para la mente no hay valores. Para la mente nada tiene significado. Para la mente no hay amor, belleza, gracia... para la mente solo existe la razón". Osho
4- Meditar
El propósito de la meditación es darte pequeños destellos que te demuestren que no eres la mente, tampoco el corazón. Te ayuda a ser testigo de lo que hace tu ego. Somos portadores de una Conciencia que no tiene principio ni fin, capaz de dirigir nuestro propio vehículo y que esté al servicio de las metas que anhelamos. Ser libre es manejar conscientemente mi existencia, solo puede hacerse desde un estado sin contenidos, sin preconceptos y sin ideas preconcebidas.
Meditar es crear respuestas nuevas es romper con los condicionamientos. La naturaleza medita, tiene ciclos y crea permanentemente, no se detiene y se adapta a los cambios. La humanidad forma parte de un sistema ordenado infinito y cada uno de nosotros es portador del poder creador para dirigir su destino. Los maestros la definen: "La meditación es el estado de no-mente, no de una mente en silencio, no de una mente saludable, no de una mente concentrada. La meditación es el estado de no-mente, ningún condicionamiento dentro de ti, solo tú, con tu pura conciencia."
Sé inofensivo e inocente como un niño
La llave para conquistar la felicidad es volver a ser como niños. Eso es sabiduría. Cuando somos niños no estamos contaminados de nada, ni siquiera del karma. El niño se limita a jugar y no se preocupa por lo que pueda traer el día siguiente. Se mueve sin propósito, solo juega. Si lográs volver a ser niño, habrás logrado todo.
El niño no pide razones ni pregunta por qué, sencillamente vive. Fluye con el momento independientemente de lo que este traiga; no tiene planes ni proyecciones. Vive sin esperar nada, y esa es la única forma de vivir; de lo contrario, se vive simplemente en apariencia sin estar vivo de verdad.
Para el niño no hay bueno ni malo, no hay Dios ni demonio; un niño lo acepta todo. El niño es conciencia pura, tiene inocencia es inofensivo vive en el hoy, no tiene pasado ni futuro, solo es en el presente. Todo le resulta importante para vivir. Su pureza lo protege. Su mente, su cuerpo y su corazón son Uno. Entonces ¿porqué no intentarlo?
"La búsqueda del paraíso es nuevamente la búsqueda de vuestra infancia. Por supuesto, tu cuerpo no será ya el de un niño, pero tu conciencia puede ser tan pura como la conciencia de un niño. Este es el secreto del camino místico: hacerte de nuevo un niño, inocente, sin contaminar por los conocimientos, sin saber nada, todavía consciente de todo lo que te rodea, con un profundo asombro y sentido del misterio que no puede ser desmitificado". Osho