¿Por qué los supermercados chinos venden el vino más barato?
Los autoservicios de ese tipo están rodeados de mitos. En esta nota toda la verdad. Te vas a sorprender con la explicación.
Ya se sabe que los productos en los supermercados chinos, por lo general están a un precio mucho bajo que en las grandes y famosas cadenas. Y si bien están rodeados de mitos, los económicos valores de sus productos, tienen razones más que lógicas para ser posibles y que logran posicionarlos como los mejores vendedores de bebidas alcohólicas, especialmente en el rubro vinos.
En el programa "Comunidad de negocios", de La Nación +, el periodista Alfredo Sainz, contó los resultados de una investigación que llevó a cabo buscando las razones por las que comprar bebidas alcohólicas, sobre todo vinos, en los supermercados chinos, es más barato.
"El primer factor es el margen de ganancia que los orientales pretenden: mientras que una cadena de supermercado regular calcula un 100%, los chinos un 30%", explicó Sainz. O sea, compran a $100 y lo venden a $130, contra $200 que lo hacen las grandes empresas.
El investigador agregó: "Por otro lado, existen 'pools de compras' que organizan entre los chinos, sean o no socios, y que pueden llegar a sumar desde una docena hasta cientos de personas que se reúnen para negociar" con una distribuidora o marca para comprar mayor volumen y así conseguir un precio muchísimo más bajo, que luego se verá reflejado en el precio de venta.
La forma de pago es también un punto de inflexión más que importante: "Los chinos pagan cash", remarca Sainz. Esta es la explicación que dan desde las bodegas, son muy agresivos a la hora de negociar, pero abonan en efectivo, mientras que una vinería y un supermercado pagan en un plazo de 90 a 120 días. Con la inflación y con el tiempo, el dinero se desvaloriza.
Estos tres puntos son también sostenidos por un cuarto ítem, que conlleva las quejas "con razón" de las grandes marcas para con los orientales: el costo operativo en los autoservicios es mucho más bajo porque no cumplen con las mismas cargas impositivas como si lo hacen las cadenas. Desde la evasión hasta lo más simple: los costos patronales que, como trabajan en la mayoría de los casos con la misma familia y no cobran un sueldo, no son necesarios. Eso también se traslada al precio, según la explicación de Alfredo Sainz.
Además, se suma que no hay restricción en el horario para comprar alcohol ya que, en la provincia de Buenos Aires, no se puede vender antes de las 10 de la mañana ni después de las 21. Los chinos no tienen este régimen de horarios.
También tienen un horario más amplio de venta al público, cosa que no ocurre en la mayoría de los lugares. Esto genera que consigan una mayor cantidad de ventas en todos los productos que les permite finalmente vender a un menor costo.