¿Por qué los bancos fueron los más beneficiados por la devaluación?
Martín Redrado explicó que se podría haber evitado que los bancos se quedara con un excedente de casi $10 millones.
La Nación dio a conocer un informe ayer donde explica que los bancos sacaron "provecho" de la devaluación y se quedaron con una ganancia extraordinaria de $9737 millones.
¿Cómo? Antes de la devaluación, los bancos tenían en moneda extranjera más de dos tercios de sus activos. Lograron llegar a ese nivel porque desde el 2005 estaba suspendida una resolución dictada en 2003 que fijaba un límite para la tenencia de moneda extranjera del 30 por ciento de la Responsabilidad Patrimonial Computable (RCP).
En diálogo con "Hola Chiche", Martín Redrado se pronunció en contra de ese beneficio percibido por los bancos. Según sus palabras, "a los bancos se les dejó tener una cantidad de moneda extranjera importante y con la devaluación ganaron por sus balances en pesos".
En ese sentido, explicó que se podría haber evitado si "tomaban una medida con carácter retroactivo y decían que la ganancia por devaluación fuera tomada por el Banco Central a través de distintos instrumentos".
Sin embargo, el economista indicó que el Gobierno Nacional "tomó la decisión política de dejarle una ganancia a todo el sistema financiero porque a pesar de devaluación del 24% en enero los bancos seguían teniendo la misma cantidad de moneda extranjera".
"Tenés que ganar en términos de tu actividad. Los bancos tienen que ganar plata prestando y dando servicios. Si se devalúa la moneda, generás una ganancia extraordinaria. Cuando ese no es el centro de tu actividad, se puede discutir el tema y ver cómo no se quedan con plata de más", concluyó.
Un tema viejo
Durante los '70 y los '80, era común que se obligara a los bancos a devolver el excedente generado por la diferencia de la cotización del dólar.
En 2003 se instauró el límite del 30 por ciento, después de la gran devaluación del 2002, para desmontar el esquema de convertibilidad y amortiguar los movimientos de mercado.
En 2005, el propio Martín Redrado suspendió la medida porque, en plena expansión económica, no había faltante de dólares.