¿Por qué es importante la creación de un ministerio para la mujer?
Por Victoria Donda. En el mes de agosto, una mujer fue asesinada por la violencia machista cada 27 horas y hubo 223 femicidios en lo que va del 2019.
El diagnóstico acerca de las distintas formas de violencias que sufren las mujeres, diversidades y disidencias en nuestro país es compartido en mayor o menor medida por las diferentes organizaciones del feminismo, ONGs, organizaciones sociales y de Derechos Humanos y, penosamente el diagnóstico alarma.
Según el registro anual de femicidios del Observatorio de la Violencia de Género AHORA QUE SI NOS VEN, en el mes de agosto, una mujer fue asesinada por la violencia machista cada 27 horas y hubo 223 femicidios en lo que va del 2019.
En cuanto a la pobreza Argentina atraviesa una crisis económica muy fuerte que empobreció a toda la sociedad pero que impacta de manera diferencia en la economía de las mujeres en lo que se conoce como la feminización de la pobreza. Así, el desempleo es mayor entre las mujeres (10,8%) que entre los varones (8,9%).
Este impacto diferenciado del desempleo se suma a las inequidades estructurales entre los géneros que son los pilares de la feminización de la pobreza como ser la inequitativa distribución de las tareas de cuidados entre varones y mujeres. Según una encuesta del INDEC del 2013 las mujeres dedican 5,7 horas de su tiempo social a tareas del cuidado del hogar, mientras que los varones lo hacen por dos horas.
En el campo de la salud, el Estado argentino le ha negado a las mujeres la libre autonomía sobre sus propios cuerpos, llevando ello a que el aborto clandestino e inseguro es la principal causa de muerte de personas gestantes. Se calcula que desde la recuperación de la democracia a la actualidad más de 3000 mujeres perdieron la vida como consecuencia de la clandestinidad del aborto.
Solo a fin de ejemplificar he mencionado estas cifras, pero la inequidad entre los géneros y su consecuente que es la violencia s atraviesa todas las facetas de la vida de las mujeres, diversidades y disidencias.
Si bien contamos en Argentina con legislación de avanzada que busca proteger a las mujeres, diversidades y disidencias de la violencia, la misma no ha sido aplicada de forma tal que les garantice una vida libre y plena en el goce de sus derechos.
¿Qué falta? ¿Qué herramienta seria propicia para elaborar políticas públicas eficientes que erradique la violencia de género? Creemos que un Ministerio de la Equidad entre los Géneros es el instrumento que está época histórica reclama para absorber las demandas del feminismo y transformarla en políticas institucionales.
El feminismo desde el 3 de Junio del 2015 cuando fue la primer multitudinaria marcha del NI UNA MENOS se ha ido forjando como un nuevo actor político que se expresó en las calles como el movimiento con mayor capacidad de movilización de los últimos años en nuestro país.
Pero el feminismo que se expresó, también, a través de la marea verde no se queda en reclamos, quiere soluciones y busca una transformación del sistema político, cultural
y socioeconómico general en donde se impongan nuevas formas de vincularse socialmente que generen equidad e igualdad real de oportunidades entre los distintos géneros.
Es hora que ese actor político que inunda con fuerza arrolladora las calles como no se veía hace años y que se ha colado en todos los hogares de nuestro país tenga su correlato en la institucionalidad estatal con rango de Ministerio que articule todas las demandas y que ponga en la agenda real de gobierno las problemática de la violencia contra las mujeres, diversidades y disidencias.
Durante el Gobierno de Mauricio Macri las políticas de género han sido relegadas del plan de gobierno y ello se ha traducido en el recorte presupuestario atroz que sufrió del Instituto Nacional de las Mujeres al cual el Gobierno de Cambiemos le otorgó un presupuesto de $11.- por mujer por año para luchar contra la violencia hacia las mujeres, diversidades y disidencias.
En un gobierno de corte neoliberal que ha destrozado el trabajo y la industria nacional es lógico que las demandas del feminismo hayan sido sistemáticamente desoídas, ya que el feminismo es intrínsicamente anticapitalista pues propone la búsqueda de la igualdad real de las oportunidades entre los géneros y una sociedad lo más equitativa posible. Preceptos éstos que no son bienvenidos por gobiernos neoliberales. En este año de recambio de autoridades y modelos de gestión ansiamos las feministas la creación de nuestro ministerio para garantizarle a la sociedad en su conjunto una vida más equitativa.
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