Por qué el dueño de MercadoLibre le declaró la "guerra" a los bancos
"Es ridículo, no tiene ningún sentido que los bancos te cobren lo que te cobran. No hay un Amazon, un Google o un Facebook en el mundo financiero".
"Realmente creo que MercadoLibre, con MercadoPago, puede ser uno de los jugadores más importantes del mundo financiero en América Latina". El que habla es Marcos Galperín, presidente y "dueño" de MercadoLibre, y uno de los hombres de negocios más "polémicos" del momento.
"Es ridículo, no tiene ningún sentido que los bancos te cobren lo que te cobran. No hay un Amazon, un Google o un Facebook en el mundo financiero. Ni en la educación ni en la salud... todavía. Son industrias enormes totalmente reguladas y la regulación, al final, lo que hace es proteger a los jugadores establecidos", dispara.
La historia de Galperín y su empresa -y también las de los llamados unicornios locales de Internet, Globant, Despegar y OLX, las empresas cuyos valores de mercado superan los US$ 1.000 millones- la investigué en profundidad para mi libro "Los nuevos reyes argentinos" (Paidós).
El capítulo "La cabeza de Marcos Galperín" es un mapa para entender cómo piensa el empresario que quedó en boca del "Círculo rojo" cuando pidió por tuit una reforma laboral "a lo Temer".
"Viendo la reforma laboral Brasilera, Argentina puede: 1) imitarla, 2) salirse del Mercosur, 3)resignarse a perder millones de empleos a Brasil", escribió Galperín el sábado 9 al mediodía. Si algún distraído supuso que era un mensaje inocente, se equivocó por mucho.
Galperín, desde antes y más desde ahora, es uno de los empresarios de más peso del establishment local. No por nada da empleo a más de 4.000 personas y comanda una empresa que vale US$ 12.000 millones. Un gigante que además de su meta de "democratizar el comercio" tiene nuevos grandes desafíos. Declararle la "guerra" al sistema financiero tradicional, por ejemplo.
En "Los nuevos reyes argentinos" se destaca que "Galperín está convencido de que el sistema financiero no va a ser sostenible sin enormes cambios, algo que va a generar grandes ganadores y grandes perdedores". Además, cree que la única razón por la que este sector no sufrió aún una gran disrupción es porque se trata de un mercado altamente regulado. MercadoLibre está muy atento a fintech y por medio de su propio fondo de inversión, MeLi Fund, pone dinero en proyectos vinculados con su plataforma. Así, invirtió en empresas de microcréditos, sistemas de gestión y contabilidad, estadísticas y automatización de procesos, entre otras.
"Por ahora las empresas son muy chiquitas y los banqueros se te ríen. La respuesta es:'Hace veinte años Walmart se reía de Amazon. Hoy no se ríe más'. Son mucho más lógicas y eficientes estas empresas. No hay bancos centrales en el medio y, si no tenés al Estado para regular los depósitos, tampoco necesitás que el Estado salve a las empresas si les va mal. Es un sector con muchísimas complicaciones y tal vez haya una parte que se desregule, donde entren las empresas nuevas, y otra parte que siga muy protegida, donde no se pueda entrar. El comercio exterior, por ejemplo", afirma.
"Creo que los bancos van a tener un rol importante durante muchas décadas, no van a desaparecer. Pero van a estar mucho más enfocados en comercio exterior, en darles préstamos a las grandes empresas y en los grandes proyectos de inversión y financiación. La banca minorista va a estar más cooptada por nuevos proyectos.Conectar a cientos de miles de ahorristas con créditos para consumo es algo que estas plataformas pueden hacer mucho mejor", dice.
Justamente a comienzos de 2016, MercadoLibre lanzó Mercado Crédito, un servicio que presta dinero a usuarios de la plataforma y que hasta fines de agosto de este año había otorgado caso 6.000 créditos a 4.780 vendedores por $ 559 millones.
Mercado Pago, en tanto, es un verdadero gigante dentro de la plataforma que no para de crecer, con transacciones que en el segundo trimestre de 2017 aumentaron un 63,3% a 52,1 millones año contra año, y un volumen total de pagos procesados de US$ 3.152 millones.
Así, parecerse cada vez más a un banco -pero sin serlo y sin perder el foco tradicional de su negocio- es el nuevo gran desafío de MercadoLibre y de su fundador. "Tenemos una oportunidad muy grande, sobre todo porque ya armamos mucho de la parte difícil y compleja, que es la plataforma de pagos y cuestiones de prevención de fraude. MercadoPago es una plataforma espectacular y montarle distribución y administración de préstamos, por ejemplo, es algo que es bastante lógico para nosotros", asegura el CEO.
No sólo eso, hay más: "Si cuando arrancamos, o pocos años después, decía que Walmart iba a abrir una tienda oficial en MercadoLibre, me hubiesen puesto en un manicomio. Yo lo pensaba, te juro, sabía que iba a ser así, pero no podía decirlo. Pero cuando yo le decía a la gente: 'Los usuarios van a comprar online algo que nunca vieron ni tocaron, a alguien que no conocen, van a pagar en cuotas con un sistema de pagos propio que vamos a crear y van a recibir ese producto por correo', todos decían que sí con la cabeza, pero sé que muchos pensaban que estaba bajo los efectos de algún alucinógeno. Eso sonaba mucho más a ciencia ficción que te diga hoy: 'La gente no va a hacer más depósitos bancarios, no va a ir más a una sucursal con plata para depositarla, para que no le paguen nada o muy poco por ese depósito, y después esa institución se va a dar vuelta y va a encontrar una pyme y le va a cobrar muchísimo para prestarle la plata que vos depositaste'. Si yo digo eso, el que me escucha ya sabe que lo que digo tiene bastante sentido. Lo creen más de lo que me creían hace veinte años cuando decía que la gente iba a comprar online", define.
¿Terminará ganando Galperín ganando la batalla contra los bancos? ¿Podrá? Por lo pronto, en pocos días se sentará en una charla mano a mano, en el Coloquio de IDEA, en Mar del Plata, con Paolo Rocca, el CEO del Grupo Techint. Dos "peso pesados" frente a frente y hablándoles, transmitiéndoles sus experiencias, a sus colegas empresarios. No pocos creen que se trata del visto bueno final del establishment para encumbrar a su nuevo referente y vocero destacado.