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¿Por qué el creador de las baterías de celulares odia los smartphones?

Es el inventor de las baterías de litio, la clave para que los celulares funcionen. La razón de su rechazo al "monstruo" que él ayudo a crear.

Tal vez nunca hayas oído hablar de John Goodenough, pero lo más probable es que tengas en tu casa -seguramente, dentro de tu celular o tu computadora portátil- uno de los acumuladores eléctricos que creó.

Su invento no le ha valido un Premio Nobel y aunque él dice que "no le preocupan los galardones", son muchos quienes creen que lo merecería. Hoy tiene 94 años y es profesor de ingeniería mecánica en la Universidad de Texas en Austin, EE.UU.

Efectivamente, la batería de iones de litio que desarrolló Goodenough, y que comenzó a comercializarse en la década de los 90, domina el mercado de la energía portátil y está presente en la mayoría de los aparatos tecnológicos inteligentes que utilizamos.


Pero, aunque sus pilas se hayan vendido masivamente gracias a la telefonía móvil, Goodenough no es precisamente un fanático de estos aparatos. De hecho, ni si quiera tiene uno.

El científico decidió no tener un teléfono móvil. "Tengo mi computadora en mi escritorio. Pero cuando llego a casa a la noche me gusta estar solo. No me gusta que me molesten más de lo necesario", explicó a la BBC.

Y agregó, sobre la comercialización masiva de su invento: "No pienso demasiado en ello, pero estoy muy satisfecho de haber creado algo para la gente de este mundo, especialmente cuando me doy cuenta de que una mujer de Bangladesh puede obtener ahora un precio decente por sus productos (gracias a la batería de litio)."

Sin embargo, a Goodenough no le gusta el uso que la gente le da a los smartphones, que funcionan gracias a la batería de litio qué el creó.

"Veo a los estudiantes yendo de acá para allá, presionando las teclas de esos pequeños aparatos (tablets y cosas así) mientras hablan entre ellos. Y les veo saliendo a cenar y sin hablar con sus parejas, o hablando con alguien que está hablando con su teléfono. Y pienso: esa no es forma de vivir", comentó.

Y cerró: "La tecnología es moralmente neutral. Lo que cuenta es lo que hacemos con ella"