¿Por qué desperdiciamos comida? Salvarla puede ayudar a paliar el hambre
Por día en Argentina se desperdician cientos de toneladas de alimentos, que podrían usarse para ayudar quienes sufren hambre.
En Argentina hay alrededor de dos millones de personas que pasan hambre con frecuencia, según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA). Genera indignación que todos los días cientos de toneladas de alimentos que podrían canalizarse de manera solidaria terminen en la basura.
Según un estudio de calidad de los residuos sólidos urbanos realizado en 2011 por el Instituto de Ingeniería Sanitaria de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires y el Ceamse, se estima que en la ciudad de Buenos Aires se tiran aproximadamente entre 200 y 250 toneladas de alimentos que podrían ser reutilizados por día, que representan a 550.000 raciones de comida.
En tanto, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) esta cifra asciende a 670 toneladas por día, lo que podría utilizarse para generar 1.675.000 platos de comida. "Son productos alimentarios sin consumir o a medio consumir que podrían haber servido como alimento para otros. La solución consiste en cambiar los hábitos y las costumbres de la gente en la forma de comprar, y concientizarlos sobre que si no van a consumir algunas cosas, las pueden donar. La gente aprovecha las ofertas 3x1 porque es más barato, pero después termina tirando los productos", dijo Marcela De Luca, docente del Instituto de Ingeniería Sanitaria de la Facultad de Ingeniería de la UBA.
Y agregó: "Cuando hacemos los estudios de calidad en verano vemos que la gente se va de vacaciones, desconecta el freezer y tira la comida congelada, que se podría haber donado a un comedor o buscado otro destino", afirmó.
Una gran cantidad de la pérdida de alimentos ocurre en la última etapa y una alta proporción después de que los alimentos hayan llegado al consumidor. Alrededor de la mitad son desechos inevitables, mientras que el resto son alimentos perfectamente comestibles que se tiran.
Son numerosas las trabas que llevan a que comida en buen estado no llegue, en tiempo y forma, a las organizaciones que brindan asistencia alimentaria a los más necesitados en el país. Ya sea por barreras legales, fiscales, logísticas, financieras y educativas, que hay que derribar para poder cambiar la situación.
Entonces, ¿qué se puede hacer para mejorar este escenario? Generar un mayor diálogo creativo con otros actores de la sociedad (ONG, Estado y empresa) para encontrar modos de acercar el producto excedente o procesar el alimento para que efectivamente se incorpore en la cadena de alimentación con el mínimo desperdicio; estudiar los procesos a nivel de las cámaras (dentro de sus planes de RSE o sustentabilidad) para coordinar acciones complementarias entre empresas y productores primarios; promover procesos de concientización en el sector empresario y contar con otra estructura de fletes.
En el caso de los restaurantes, las cadenas de comida rápida y las cocinas para comercios, a menudo suelen tirar grandes cantidades de comida como resultado de su almacenamiento, preparación y forma de servirla, y casi igual después de servirla, a menudo porque las raciones son demasiado grandes y por la falta de formación de quienes manejan la comida.
"Creo que para fomentar las donaciones por parte de las empresas, el Gobierno debería crear un régimen de donación especial para los alimentos y que la responsabilidad pase de mano en mano. Otra herramienta que también ayudaría es aumentar la tasa de descuento del impuesto a las ganancias que se aplica a las donaciones", propuso Pedro López Matheu, director de Asuntos Corporativos y Gubernamentales de Kraft.
Lo cierto es que día a día, cientos de toneladas de comida terminan en la basura cuando otros millones de argentinos no tienen para comer. Si tomamos conciencia la solución está al alcance de la mano: con pequeños cambios en los hábitos de consumo, reformas legales y fiscales, y un compromiso desde el sector empresario se podría mejorar la situación de hambre en el país.