¿Por qué decimos "salud" cada vez que alguien estornuda?
Una historia de creencias y supersticiones afianzaron esta costumbre e incluso circulan presunciones falsas al respecto.
En la antigüedad, las personas creían que el alma de una persona vivía en su cabeza y que un estornudo podría expulsarla por accidente. Esta creencia se acentuaba al observar que, cuando las personas se morían de una pulmonía, lo último que hacían era estornudar constantemente. Así, se llegó a tomar a este fenómeno como un síntoma de muerte.
Con el desarrollo de la medicina en la antigua Grecia, Aristóteles e Hipócrates descubrieron que el estornudo se debía a la presencia de algún material extraño en la nariz, y que cuando se combinaba con una enfermedad, normalmente era una mala señal.
La expresión religiosa "God bless you" ("Dios te bendiga") se originó en el siglo XVI, cuando la peste bubónica atacó Italia y uno de los principales síntomas era un ataque de estornudos que predecía la muerte de la persona.
El Papa Gregorio I convocó a todos los creyentes a rezar por los enfermos y pedirle a Dios por ellos cada que estornudaban, por lo que se creó la tradición de invocar a Dios cada que alguien estornuda. En español no es tan común que alguien diga "Dios te bendiga", pero sí hay quien dice "Jesús" cada vez que alguien estornuda.
Con el pasar de los siglos, esa expresión de deseo se transformó en una trivialidad y adoptó la forma "salud" en castellano. Sin embargo, las supersticiones sobre los estornudos continuaron.
Actualmente, muchos creen que durante el estornudo el corazón se paraliza o que los ojos pueden salir expulsados si no cerramos nuestros párpados, presunciones absolutamente falsas.
Cuando una persona primero inhala antes del estornudo, incrementa la presión en su pecho. Entonces, como exhala energéticamente durante el proceso, la presión disminuye abruptamente. Las alteraciones en el flujo sanguíneo a su corazón producidas por estos cambios de presión, pueden afectar el ritmo cardiaco, pero el corazón nunca deja de funcionar.
En cuanto a los ojos, aunque la presión sanguínea detrás de ellos puede incrementar ligeramente durante un estornudo, esta fuerza breve y pequeña no está en algún lugar lo suficientemente cerca para sacarlos de sus cavidades. Además, si esto fuera cierto, los finos párpados de 0,1 mm de espesor no podrían contener masas como la de nuestros globos oculares.
Actualmente el estornudo ya no es un síntoma de que una persona se va a morir, pero igualmente solemos desearle una buena salud. Como dato curioso el aire expulsado en un estornudo puede llegar a los 165 km/h y la saliva puede cubrir hasta 5 metros cuadrados. Así que al estornudar, lo mejor es taparse la boca.