¿Por qué comemos tan mal? La dieta de los argentinos empeoró en los últimos 17 años

La dieta de los argentinos está cambiando y no para bien, precisamente. Un nuevo estudio sostiene esta afirmación, señalando que escasean nutrientes en nuestra mesa y que abundan las comidas que no son beneficiosas.

Según datos relevados por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares y que fueron analizados por el Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (Cesni), se modificaron indicadores claves en la alimentación, como las que se refieren al sector de lácteos y de azúcares.

"Viene cambiando la estructura de la dieta en la Argentina en los últimos 17 años, pero no para bien", afirmó Esteban Carmuega, director del CESNI, en diálogo con el programa Hola Chiche (AM 950).

"Ingerimos menos de tres raciones de lácteos por día, lo que no cubre las necesidades de calcio. En contraposición, el consumo de jugos y gaseosas en ese tiempo se duplicó y hasta cuadruplicó en los hogares pobres", puntualizó.

Justamente, Carmuega sostuvo que tomar ese tipo de bebidas incrementa la cantidad de azúcar en el organismo. "Tenemos un exceso de consumos en azúcares, el doble de lo que deberíamos consumir. Es en total el 12% del azúcar, en bebidas azucaradas, especialmente en los hogares pobres", resaltó.

Sobre la leche, uno de los líquidos esenciales en cualquier dieta, el director del CESNI indicó que hace 17 años se consumían dos porciones y hoy se disminuyó a 1.8 porciones diarias.

A su vez, explicó que tenemos proteínas y vitaminas, pero que su cantidad baja a niveles alarmantes. "Hay una baja ingesta de vegetales. Comemos la mitad de frutas que antes. Disminuyó el consumo de pan, pero no de galletitas ni productos elaborados", dijo.

Sin embargo, resaltó algunas medidas que resultaron beneficiosas, como la disminución de las grasas trans y el agregado de ácido fólico, que "se cuadruplicó y contribuyó a reducir en la mitad la enfermedad de la espina bífida".