Por qué cambió la forma en que los argentinos se alimentan
Los sectores con mayor margen económico para optar por diferentes tipos de alimentos han variado sensiblemente y ampliado los factores a tener en cuenta a la hora elegir marcas.
Más allá de que la crisis económica impactó en la capacidad de compra de los argentinos y en especial en los bienes de primera necesidad como los alimentos, hay otra variable que viene afectando en los últimos años a la toma de decisiones de los consumidores a la hora de elegir alimentos.
Los sectores con mayor margen económico para optar por diferentes tipos de alimentos han variado sensiblemente y ampliado los factores a tener en cuenta a la hora elegir marcas. En el estudio que llevamos adelante en Trendsity se dio muestra de estos cambios.
Por ejemplo, 9 de cada 10 argentinos considera importante que una marca de alimentos sea transparente y provea información clara.
Es decir que la confianza se ha vuelto un valor innegociable. En un mundo con diferentes fuentes de incertidumbre, donde las noticias falsas y la falta de información abundan, los consumidores argentinos prefieren marcas que no solo ofrezcan calidad, sino que también sean transparentes en sus procesos de producción. Un dato relevante del estudio es que el 92% de los argentinos valora la claridad y accesibilidad de la información que brindan las marcas, mientras que un 85% desea conocer cómo se fabrican los productos que consumen.
Este cambio en las percepciones de los consumidores también responde a una creciente preocupación por el impacto ambiental y social de lo que ponen en su mesa. No solo se trata de comer bien, sino de comer con conciencia. Según el estudio, un 81% de los encuestados cree que es importante elegir marcas que cuiden a las personas involucradas en la producción de los alimentos, mientras que un 82% prefiere aquellas que priorizan el respeto por el medio ambiente y la biodiversidad.
Este nuevo paradigma de consumo pone a las marcas en un escenario donde ya no basta con ofrecer productos accesibles y de buena calidad. Hoy, el consumidor argentino exige más: busca autenticidad, trazabilidad y un compromiso con causas sociales y ambientales. Aquellas marcas que logren ser coherentes entre lo que dicen y lo que hacen, que demuestren con hechos su compromiso con la transparencia, serán las que logren establecer una relación de confianza duradera.
No es casual que 6 de cada 10 argentinos consideren que las empresas de alimentos en el país hacen poco visibles sus prácticas de sustentabilidad y producción. Esta falta de visibilidad genera desconfianza y la percepción de que hay algo que las marcas prefieren no mostrar. La transparencia, por lo tanto, no es solo una demanda, es una condición necesaria para confiar y para que los consumidores elijan con seguridad.
Este giro en la conducta de los consumidores argentinos refleja también un cambio de paradigma más amplio en la relación entre el consumidor y la industria alimentaria. Ya no se trata simplemente de "llenar la mesa", sino de entender qué hay detrás de cada producto. En este sentido, la "ética de la demostración" se ha convertido en un factor decisivo: los consumidores exigen que las marcas muestren con claridad el origen de sus ingredientes, los métodos de producción y su impacto en la sociedad y el ambiente.
Además, la innovación también juega un papel fundamental. Según el estudio, 8 de cada 10 argentinos prefieren recomendar una marca que invierte en sustentabilidad e innovación a lo largo de su cadena de valor. Esto refuerza la idea de que también valoran a las empresas que trabajen continuamente en mejorar el bienestar en sentido más amplio. Este enfoque, que promueve la integración de la responsabilidad con la calidad, responde a una demanda clara: los consumidores quieren que los productos no solo sean seguros, sino también que contribuyan positivamente a la sociedad y al cuidado del planeta.
A medida que la crisis climática se agudiza, los modelos de producción tradicionales son cada vez más cuestionados. No es casual que el 83% de los consumidores valoren positivamente la transparencia en la producción y las garantías de calidad que ofrece la trazabilidad. De hecho, conocer el origen de los alimentos es una de las tres principales preocupaciones de los consumidores argentinos a la hora de elegir qué llevar a la mesa.
En este contexto, la innovación basada en investigación y desarrollo (I+D) no es solo un plus, sino una necesidad. Los consumidores buscan marcas que no se conformen con "hacer lo mismo de siempre", sino que estén comprometidas con la mejora continua. Un 88% considera importante que las marcas trabajen en la innovación de sus procesos productivos para obtener mejoras sustentables.
En resumen, los argentinos han cambiado su forma de alimentarse no solo por la crisis económica, sino también por la necesidad de confiar en lo que consumen. La transparencia se ha convertido en el nuevo pilar que guía sus elecciones, y las marcas que comprendan esta transformación tendrán una ventaja competitiva en el mercado.
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