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¿Por qué algunas personas creen y otras son escépticas sobre lo paranormal?

Es la gran pregunta que intentaron responder investigadores del Departamento de Psicología de la Universidad de Chicago.

Muchas décadas de investigación no han podido demostrar la existencia de los fenómenos paranormales. Pero esa falta de evidencias no ha hecho mella en gran parte de la población, y la férrea creencia en supuestos poderes psíquicos (telepatía, clarividencia, etc.) prácticamente no se ha modificado. De modo antagónico, los escépticos mantienen su posición pero avalada por la investigación científica. Ahora bien, establecer los factores psicológicos que caracterizan esa brecha, no es tarea fácil pero tampoco imposible. Y algo de esto es lo que han explorado psicólogos de la Universidad de Chicago (EE.UU.), en un estudio a gran escala publicado en Memory & Cognition, a efectos de determinar las diferencias y similitudes cognitivas entre creyentes y escépticos de lo paranormal.

Teniendo en cuenta el alto índice de credibilidad que prevalece en la sociedad norteamericana (un tercio de la población cree en la percepción extrasensorial) y considerando que estudios anteriores sugieren que las creencias paranormales están influenciadas por una variedad de diferencias individuales, Stephen Gray y David Gallo decidieron examinar si dos funciones cognitivas específicas (memoria y pensamiento analítico) contribuían a esa propensión a la creencia en lo paranormal o a su escepticismo. Por ejemplo, la precisión de la memoria para recordar selectivamente predicciones correctas de un adivino o el rol del pensamiento analítico para confiar en la intuición en lugar de examinar la evidencia, podrían ser claves para establecer las diferencias individuales en la forma en que la gente procesa la información y, en consecuencia, contribuir al establecimiento de una creencia en lo paranormal.


La investigación

Se llevaron a cabo tres estudios con una estructura general similar. El reclutamiento de los participantes se realizó por Internet. En la etapa de clasificación inicial, cientos de personas completaron un cuestionario on line para medir su nivel de creencia o escepticismo con respecto a lo paranormal. De acuerdo a las puntuaciones, se seleccionaban dos grupos extremos de creyentes fuertes y escépticos fuertes. Luego eran emparejados en edad, sexo y nivel de educación, para ser evaluados -tanto en el laboratorio como on line- mediante múltiples tareas cognitivas y otras mediciones.

Los resultados no revelaron diferencias significativas entre ambos grupos en cuanto a tareas de distorsión de la memoria episódica, distorsión de la memoria autobiográfica, ni a la capacidad de memoria de trabajo. Pero en lo que se refiere a pruebas que implicaban el pensamiento analítico o lógico, así como el vocabulario, los escépticos obtuvieron mejores resultados que los creyentes.

De acuerdo a estos hallazgos, los autores concluyen que las diferencias en el pensamiento analítico y el conocimiento conceptual podrían contribuir al desarrollo de la creencia en lo paranormal. Igualmente insisten en que ciertos factores no cognitivos probablemente también desempeñen un rol en ese desarrollo: "Aproximadamente el 70% de los creyentes en nuestro estudio indicaron que sus creencias psíquicas estaban en línea con las de amigos y familiares cercanos, representando probablemente una mezcla de factores socioculturales. Este vínculo sugiere que el haberse criado en una comunidad de individuos donde las creencias paranormales son aceptadas, facilita que sean aceptadas a nivel personal, aumentando potencialmente el propio sentido de pertenencia y consistencia en la propia visión del mundo."

El análisis también reveló que la creencia en lo paranormal estaba correlacionada con la satisfacción con la vida, sugiriendo que esa postura podría tener beneficios psicológicos para algunos individuos. Por otra parte y contrariando estudios anteriores, no hallaron evidencia de que dicha creencia podría estar relacionada con un rechazo a los postulados científicos generales.

El trabajo de Gray y Gallo es un nuevo aporte para un tema científicamente controvertido y no concluyente.

Por Enrique Márquez

@ladislaomarquez