Por fin reformas impositivas potables
Con la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en lo nacional y como la Ley Impositiva en la provincia de Buenos Aires se dio curso a algo casi sin precedentes en materia impositiva en nuestra historia.
Si bien en 2015 poseíamos un sistema tributario que estaba aprisionando a las empresas y resto de los contribuyentes con un 46% de presión fiscal total (sumatoria de impuestos de Nación, Provincias y Municipios), o sea que de cada $100 que gastábamos $46 eran impuestos; entre 2016 y 2019 tanto el sistema tributario nacional como en la mayoría de las provincias –como Buenos Aires- el nivel de presión fiscal total pasó al 53% para contribuyentes comunes y empresas, aunque para los profesionales independientes el nivel de presión paso a ser del orden del 63% que aumentaba su peso con los servicios públicos, tarifas, tipo de cambio e inflación a niveles insoportables para cualquiera.
Con la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en lo nacional y como la Ley Impositiva en la provincia de Buenos Aires se dio curso a algo casi sin precedentes en materia impositiva en nuestra historia, o sea para que se entienda mejor que pasen a pagar mayores valores de impuestos aquellos que más bienes poseen –capacidad contributiva, que se llama- pasando a tener mayor gravitación en los pagos los impuestos patrimoniales (bienes personales, inmuebles y automotores o patentes, como generalmente se lo conoce) contra los impuestos al consumo (sobretodo el caso de ingresos brutos en provincia de Buenos Aires) y tratando de reducir la importancia de los nacionales al consumo –parte del IVA-.
Pero vamos a entender un poco mejor el tema de la Provincia de Buenos Aires. Se reduce en casi un 70% los ingresos brutos a verdulerías, fruterías, almacenes y kioscos con facturaciones menores a los $ 2 millones de pesos anuales; cerca del 35% los servicios de abogados, escribanos, economistas, contadores y demás profesionales y mantiene en el 1.5% en la fabricación de remedios. En cuanto a los impuestos patrimoniales en la provincia, el inmobiliario posee un incremento del 75% en propiedades urbanas con VALUACIONES FISCALES mayores a $ 1.7 millones lo cual quiere decir que realmente son propiedades con valores de plaza mayores a los $ 6 millones que son en total el 10% de los inmuebles. Para todo esto debemos tener en cuenta que los inmuebles urbanos con impuestos menores o iguales hasta $2200 y rurales hasta $1200 quedan plenamente exentos, lo mismo que los jubilados con beneficios de importes mínimos al 2018 siguen teniendo la exención en el pago del mismo y en caso de los contribuyentes que abonen los impuestos en forma anual se cambió de 20 a 25% el descuento pertinente.
Por eso es que entendemos que no solo segmenta sino que también torna progresivo un régimen tributario que en su mismo origen es regresivo por naturaleza misma.
Dejá tu comentario