Por culpa de Garbellano, quieren a Moria presa
El caso del joyagate está más vivo que nunca. Ahora llegó el momento del juicio por la extradición de la diva.
Pasó el tiempo y aún hoy, nunca quedó en claro quién se quedó con la joya de diamantes que Moria Casán lució en Paraguay en el marco de un desfile de modelos.
Sí se supo, que hubo un acuerdo económico extrajudicial donde Moria resarció al joyero Armando Benítez en unos 70 mil dólares. Pero también se supo que a pesar del acuerdo, la causa contra Moria no prescribió, ni se cerró.
El motivo es que en Paraguay quieren que Moria se presente a derecho como lo hizo su asistente Galo. Desde que volvió de Paraguay tras el escándalo, Moria nunca fue a ese país a ponerse a derecho. Entonces, sigue pesando sobre ella, la orden de captura internacional que emitió la justicia.
Hoy, si Moria quiere salir de Argentina, no puede. Sencillo y claro, si sale, va presa. El ejemplo de cómo puede terminar Moria, si sale del país, es lo que en Tribunales llaman "El efecto Galo". El asistente de Moria estaba en la misma situación que Moria. El acuerdo extrajudicial con el joyero ya estaba vigente, pero la causa no estaba prescripta. Galo fue a Paraguay, y terminó preso. Estuvo una semana en un penal de máxima seguridad de Asunción. Su abogado, Víctor Stinfale, tuvo que pagar 100 dólares a los presos más pesados del penal para que no lo tocaron. Finalmente, Galo fue dejado en libertad, y consiguió una probation hasta que el caso quede cerrado.
Moria, justamente, no quiere ir a Paraguay por temor a su foto con las esposas colocadas. En Paraguay son claritos, los jueces no cerraron la causa, a pesar del acuerdo extrajudicial, por lo que llaman el "efecto Garbellano".
Las fiscales recuerdan cada uno de sus días, cómo Garbellano "las verduguéo" al punto de decirles que usaran "conchero", cuando declaró por la causa. Por eso, en Paraguay, quieren la foto "todos esposados".
Mientras tanto, llegó el momento del juicio por la extradición que corre por cuerda separada. Este martes, se hará el juicio en los Tribunales de Morón. El juez Salas deberá decidir si hay mérito suficiente para extraditar a Moria y compañía para que los juzguen en Paraguay. Pase lo que pase, las partes agraviadas apelarán, y el caso hasta podría llegar a la Corte. Final abierto para la historia.
Sí se supo, que hubo un acuerdo económico extrajudicial donde Moria resarció al joyero Armando Benítez en unos 70 mil dólares. Pero también se supo que a pesar del acuerdo, la causa contra Moria no prescribió, ni se cerró.
El motivo es que en Paraguay quieren que Moria se presente a derecho como lo hizo su asistente Galo. Desde que volvió de Paraguay tras el escándalo, Moria nunca fue a ese país a ponerse a derecho. Entonces, sigue pesando sobre ella, la orden de captura internacional que emitió la justicia.
Hoy, si Moria quiere salir de Argentina, no puede. Sencillo y claro, si sale, va presa. El ejemplo de cómo puede terminar Moria, si sale del país, es lo que en Tribunales llaman "El efecto Galo". El asistente de Moria estaba en la misma situación que Moria. El acuerdo extrajudicial con el joyero ya estaba vigente, pero la causa no estaba prescripta. Galo fue a Paraguay, y terminó preso. Estuvo una semana en un penal de máxima seguridad de Asunción. Su abogado, Víctor Stinfale, tuvo que pagar 100 dólares a los presos más pesados del penal para que no lo tocaron. Finalmente, Galo fue dejado en libertad, y consiguió una probation hasta que el caso quede cerrado.
Moria, justamente, no quiere ir a Paraguay por temor a su foto con las esposas colocadas. En Paraguay son claritos, los jueces no cerraron la causa, a pesar del acuerdo extrajudicial, por lo que llaman el "efecto Garbellano".
Las fiscales recuerdan cada uno de sus días, cómo Garbellano "las verduguéo" al punto de decirles que usaran "conchero", cuando declaró por la causa. Por eso, en Paraguay, quieren la foto "todos esposados".
Mientras tanto, llegó el momento del juicio por la extradición que corre por cuerda separada. Este martes, se hará el juicio en los Tribunales de Morón. El juez Salas deberá decidir si hay mérito suficiente para extraditar a Moria y compañía para que los juzguen en Paraguay. Pase lo que pase, las partes agraviadas apelarán, y el caso hasta podría llegar a la Corte. Final abierto para la historia.