Policía mató a dos ladrones
Ocurrió en Avellaneda, donde un agente de la federal mató a balazos a dos de los cuatro delincuentes que lo asaltaron cuando ingresaba a su vivienda.
Un policía federal mató hoy a balazos a dos de los cuatro delincuentes que lo asaltaron cuando ingresaba a su vivienda de la localidad bonaerense de Avellaneda, informaron fuentes policiales.
El hecho ocurrió esta madrugada, alrededor de las 12.30, en la calle Güemes al 1700, de esa localidad del sur del Gran Buenos Aires, donde el cabo primero Sergio Bovadilla (34), quien presta servicios en la comisaría 12da. de la Capital Federal, se tiroteó con los asaltantes.
Fuentes policiales informaron a Télam que el efectivo, que vestía ropas de civil, iba junto con su hija de 10 años a bordo de un Chevrolet Corsa rojo, el cual lo estacionó en la vereda del frente de su casa.
La hija del efectivo había descendido del rodado y su padre intentaba ingresarlo al garaje cuando cuatro delincuentes que se desplazaban en un Ford Fiesta color negro, arribaron al lugar con fines de robo.
Según las fuentes dos de los ladrones descendieron del vehículo y amenazaron a Bovadilla para que les entregara su auto, por lo que éste reaccionó ante la amenaza de muerte contra su hija si no cumplía con el pedido.
En ese momento, el efectivo se identificó como tal y extrajo su pistola reglamentaria calibre 9 milímetros, lo que originó un tiroteo que culminó cuando hirió a los dos delincuentes.
Un jefe policial dijo a Télam que uno de los asaltantes herido murió en el lugar, mientras que el restante pudo abordar el Ford Fiesta y escapó junto a los otros cómplices que los esperaban allí.
Luego, los delincuentes dejaron a su compañero en la puerta del Hospital Fiorito de Avellaneda, situado en la Avenida Belgrano al 800, donde murió como consecuencia de las heridas sufridas en el enfrentamiento.
Personal de la comisaría 6ta. montó un operativo cerrojo para atrapar a los dos ladrones, quienes abandonaron el auto en la Isla Maciel y hasta esta tarde no habían sido detenidos.
Según la fuente, los pesquisas no secuestraron ningún arma de fuego, las cuales quedaron en poder de los delincuentes que escaparon.
La investigación del hecho quedó a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 del Departamento Judicial Lomas de Zamora, descentralizada en Avellaneda, a cargo del fiscal Guillermo Castro.
El hecho ocurrió esta madrugada, alrededor de las 12.30, en la calle Güemes al 1700, de esa localidad del sur del Gran Buenos Aires, donde el cabo primero Sergio Bovadilla (34), quien presta servicios en la comisaría 12da. de la Capital Federal, se tiroteó con los asaltantes.
Fuentes policiales informaron a Télam que el efectivo, que vestía ropas de civil, iba junto con su hija de 10 años a bordo de un Chevrolet Corsa rojo, el cual lo estacionó en la vereda del frente de su casa.
La hija del efectivo había descendido del rodado y su padre intentaba ingresarlo al garaje cuando cuatro delincuentes que se desplazaban en un Ford Fiesta color negro, arribaron al lugar con fines de robo.
Según las fuentes dos de los ladrones descendieron del vehículo y amenazaron a Bovadilla para que les entregara su auto, por lo que éste reaccionó ante la amenaza de muerte contra su hija si no cumplía con el pedido.
En ese momento, el efectivo se identificó como tal y extrajo su pistola reglamentaria calibre 9 milímetros, lo que originó un tiroteo que culminó cuando hirió a los dos delincuentes.
Un jefe policial dijo a Télam que uno de los asaltantes herido murió en el lugar, mientras que el restante pudo abordar el Ford Fiesta y escapó junto a los otros cómplices que los esperaban allí.
Luego, los delincuentes dejaron a su compañero en la puerta del Hospital Fiorito de Avellaneda, situado en la Avenida Belgrano al 800, donde murió como consecuencia de las heridas sufridas en el enfrentamiento.
Personal de la comisaría 6ta. montó un operativo cerrojo para atrapar a los dos ladrones, quienes abandonaron el auto en la Isla Maciel y hasta esta tarde no habían sido detenidos.
Según la fuente, los pesquisas no secuestraron ningún arma de fuego, las cuales quedaron en poder de los delincuentes que escaparon.
La investigación del hecho quedó a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 del Departamento Judicial Lomas de Zamora, descentralizada en Avellaneda, a cargo del fiscal Guillermo Castro.