Polémica por un curso de 60 mil pesos de la Universidad de La Matanza para estudiantes extranjeros
Será obligatorio para quienes no hablen y escriban español fluidamente. La polémica declaración del Rector.
A partir de este año los extranjeros que aspiren a estudiar carreras en la Universidad de La Matanza y no dominen el idioma español deberán cursar un programa que cuesta $ 60 mil, lo que generó controversia en la casa de altos estudios. "Escriben en 'portuñol'", dijo el rector de la universidad Daniel Martínez sobre los brasileños que ingresan a la institución.
La medida se dispuso a través de una resolución del Consejo Superior de la Universidad, que determina que deberán asistir al programa de Lengua Castellana y Literatura Hispanoamericana "aquellos interesados en cursar carreras de pregrado y grado cuyo país de egreso de estudios secundarios NO sea hispanoparlante", indica el sitio de la casa de la institución educativa.
El curso es presencial y tiene una carga de 80 horas distribuidas en 8 horas semanales, durante 10 semanas. El costo es de mil módulos a $ 60 cada uno, lo que da como monto total $ 60 mil. La medida afecta especialmente a los brasileños ya que en el último año entraron 500 estudiantes de esa nacionalidad en Medicina, sumados a los 1000 de otros períodos.
El rector de la UNLaM dijo en diálogo con TN que "no se trata de un arancelamiento de la carrera" sino que es "un programa extracurricular para alumnos extranjeros que tengan dificultades con el idioma español". "Retrasan las clases, por los problemas de comunicación", afirmó. "El Estado no financia programas de grado", aclaró.
"O los que vienen de afuera estudian el idioma o los profesores estudian 'portuñol'", dijo Martínez, que habló sobre las dificultades que tienen los profesores a la hora de corrgir los exámenes. "Es serio y responsable que conozcan bien el idioma", afirmó, que advirtió que solo podrán cursar carreras quienes aprueben el curso.
Desde el centro "Estudiantes Autoconvocados" cuestionaron la medida, que consideran que tiene como objetivo "excluir a quienes no pueden pagarlo". "Es estúpido creer que se puede aprender completamente un idioma con una carga horaria de 80 horas, distribuidas en 8 horas semanales, durante 10 semanas", criticaron en sus cuentas de redes sociales.
"Esta medida completamente discriminatoria, disfrazada de 'equiparación lingüística', significa que muchxs estudiantes queden fuera de la universidad por no poder pagar ese monto. Repudiamos enérgicamente esta violación de derechos y nos solidarizamos con nuestros compañeros y compañeras. La universidad es #PÚBLICA, #GRATUITA Y PARA #TODXS", reclamaron.
Más temprano Martínez negó que se trate de un caso de "discriminación o xenofobia" y dijo que el problema con los alumnos extranjeros que no dominan el español es que "se atrasan las clases y no se cumplen los objetivos". "Se generan problemas adicionales: escriben en portuñol y los docentes que corrigen deben tratar de descifrar lo que quisieron escribir", dijo Martínez.
El rector dijo que en el último año solo en Medicina entraron 500 brasileños, sumados a los otros 1000 de otros períodos. Consideró que en ese país el sistema es "expulsivo y discriminatorio" y que solo el 1% puede cursar en las universidades públicas. "En Brasil pagan $ 90 mil mensuales por una carrera de Medicina durante seis años. Acá solo deben pagar $ 60 mil por el curso de idioma", indicó.
Martínez dijo que "las clases se atrasan" por los extranjeros que no dominan el español. "El problema es cuando tienen que escuchar y expresarse. No captan el mensaje del profesor, las clases se atrasan y no se alcanzan los objetivos", cuestionó.
Explicó que si los alumnos rinden mal el examen tienen cuatro meses para prepararse para el recuperatorio, sin tener que pagar nuevamente los $ 60 mil. "No es que uno quiera fijar limitaciones. No queremos que perjudiquen a los alumnos locales", indicó, en una entrevista a América 24.
"Si vienen a la Argentina deberían conocer bien el idioma. Entendemos la problemática que tienen, pero deben resolverla en su país. De hecho muchos son odontólogos, psicólogos y sociólogos, y tienen poder económico", argumentó.