Polémica: le dan domiciliaria a una transexual porque su encierro es "indigno y cruel"

El Juez de Ejecución Penal porteño Marcelo Peluzzi otorgó la prisión domiciliaria a una transexual y fundamentó que el encierro le implica "Un trato indigno, inhumano o cruel".

Peluzzi consideró que la transexual fue víctima de torturas en el penal y que además se contagió HIV por las violaciones que sufrió intramuros y en ese lugar no podía "recuperarse o tratar adecuadamente sus dolencias".

Además, consideraron que había quedado con secuelas psicológicas y físicas por haber sido quemada en su celda y por el caso se denunció a una penitenciaria que la habría atacado con un colchón incendiado.

Todos los hechos que llevaron al juez a dictar la domiciliaria fueron en el penal de Ezeiza.

El juez citó en su descargo la ley 24660 de Ejecución Penal que le reconoce a las personas privadas de su libertad el derecho a la salud.

Peluzzi no se ahorró críticas al Sistema Penitenciario Federal y lo exhortó a elaborar "programas, acciones y medidas tendientes a asegurar que la detención evite una mayor marginación en base a su condición sexual o identidad de género o las exponga al riesgo de sufrir violencia, malos tratos o abusos físicos, mentales o sexuales". El dictamen se publicó en el sitio fiscales.gob.ar.

Ahora, la condenada cumplirá su pena en la casa de una amiga, que fue la testigo de su casamiento con otra reclusa que murió durante el encierro. Esa mujer, ahora se convirtió en la garante legal.

También acordaron que durante la domiciliaria trabaje en un kiosco, propiedad de su amiga e intente terminar las dos materias que le faltan para terminar la educación media.

Para llegar al acuerdo, el Juez tomó como antecedente que la tras durante su encierro terminó la primaria, hizo casi toda la secundaria y realizó cursos para empezar sus estudios de Abogacía.