Polémica en Río de Janeiro por la seguridad del Papa Francisco en Brasil
La alcaldía de la ciudad acusó a la Policía Federal por el embotellamiento que atrapó en el tránsito al auto del sumo pontífice.
Una multitud de jóvenes abalanzándose sobre el auto que trasladaba a Francisco, custodios desesperados y cruces entre las autoridades locales, puso hoy nuevamente sobre el tapete el tema de la seguridad del papa, en el marco de su primer viaje internacional.
"El papa no tuvo ningún tipo de miedo. Su secretario que lo acompañaba sí y los responsables de la seguridad en la calle estaban preocupados, pero Francisco estaba sonriente todo el tiempo", dijo esta noche el vocero del Vaticano, el padre jesuita Federico Lombardi, en una rueda de prensa en el Fuerte de Copacabana.
De esta manera, Lombardi buscó desdramatizar los tensos momentos que se vivieron por la tarde, cuando el auto que trasladaba al papa desde el aeropuerto hacia el centro de Río debió frenar su marcha en varias oportunidades porque cientos de jóvenes se abalanzaron sobre el vehículo para saludarlo a través de la ventanilla.
"Confiamos en la colaboración de la población respetando a la persona del papa", había dicho esta mañana en rueda de prensa el general José Alberto da Costa Abreu, a cargo del comité que debe brindar la seguridad de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Apenas piso suelo carioca, el papa argentino demostró con hechos lo que ya había anticipado: que no quería "militarizar" el encuentro personal con los jóvenes y prefería reducir al mínimo la seguridad en torno a su persona.
De hecho, la alcaldía de Río de Janeiro terminó acusando a la Policía Federal por el embotellamiento que atrapó en el tránsito al auto que llevaba a Jorge Bergoglio.
"La verdad que me sorprendí también por el trayecto, porque deberían haber transitado por la pista central y no por la pista derecha", dijo el secretario de Transportes carioca, Carlos Osorio.
Para el vocero vaticano, sin embargo, "todo es nuevo en esta JMJ, es nuevo su estilo de comunicación directo con el pueblo, su manera de manifestarse, poniendo el acento en la cultura del encuentro, que es propia de Latinoamérica".
También informó que fue por decisión de las autoridades locales que el último tramo hacia el Palacio de Guanabara lo realizara en helicóptero, para sortear las protestas que estaban programadas alrededor de la sede del gobierno carioca.
Por último, Lombardi también minimizó el hallazgo de una bomba casera en un baño público del santuario de Aparecida, que el papa visitará el miércoles, y consideró que "no implica ningún motivo particular de preocupación".