Pluralismo sin raíces
Por María Herminia Grande* Esta semana venció el plazo de inscripción de alianzas partidarias con miras a las elecciones presidenciales de octubre de 2011. Es muy interesante analizar lo que las mismas sugieren.
Esta semana venció el plazo de inscripción de alianzas partidarias con miras a las elecciones presidenciales de octubre de 2011. Es muy interesante analizar lo que las mismas sugieren. El oficialismo se presenta a través de un solo frente: Para la Victoria. Como desgajamiento del tronco original del justicialismo, aparecen Duhalde-Das Neves con Unión Popular. En el sector de las oposiciones, se evidencia lo que en apariencia es un gran pluralismo. Primera pregunta: dicho pluralismo ¿es el reflejo de los distintos posicionamientos ideológicos del electorado o, es por la incapacidad de los representantes de cada frente que disputan un mismo terreno en confluir en un mismo proyecto?
Segunda pregunta: si existiera grandeza política ¿por qué no podrían convivir y enriquecer un mismo proyecto Alfonsín, Lilita y Stolbizer? ¿Cuáles pueden ser las diferencias insalvables entre Duhalde y Rodríguez Saá o entre Binner y Pino Solanas? Hablar de pluralismo político conlleva diversidad ideológica en representantes y representados. ¿Cuáles son las diferencias ideológicas insuperables entre los protagonistas antes mencionados? En el caso del oficialismo el pragmatismo kirchnerista hace "modelo al andar". En vida de Néstor Kirchner como todos sabemos, las decisiones se tomaban en el amplio mundo de dos; hoy se toman en el amplio mundo de uno. Hay indicios muy interesantes para la Argentina que surgen de trabajos de investigación de la UCA en los cuales se evidencia un aumento del nivel de confianza en las instituciones, pero no sucede lo mismo con el nivel de participación en la vida partidaria política, donde sólo el 7% de las personas se vuelca a ella. Algunos sectores, como la Coalición Cívica, partido nuevo, ha presentado en tiempo y forma sus candidatos y su proyecto político, pero pareciera que esta actitud responsable no tiene su correlato en el interés de la ciudadanía.
En nuestro país daría la sensación que se confunde pluralismo político con diversidad de rostros de hombres y mujeres que dicen representar cosas distintas. Para ser más explícita, cuando se les pregunta a los dirigentes políticos por qué adhieren a tal o cual proyecto, la respuesta adquiere forma de calificativos personales ("porque es honesto, serio") y no de consenso a una idea.
Lo ocurrido en las últimas horas dentro del Frente Amplio Progresista, donde el integrante Pino Solanas decidió sobre la hora desistir de acompañar a sus recientes socios e incursionar por la suya, pareciera ser el reflejo exacto de todo lo dicho anteriormente.
Como decíamos, ha crecido la confianza en las instituciones de gobierno. A grandes rasgos, la adhesión a la gestión del gobierno nacional proviene de los sectores socioeconómicos menos favorecidos. Y los niveles de confianza con respecto al Congreso Nacional y la Justicia se han incrementado en los sectores socioeconómicos más acomodados. No obstante, el Observatorio de la Deuda Social de la UCA nos brinda otro dato que debería llamar la atención: el 17,6% de niños y adolescentes en nuestro país entre los 5 y 17 años trabaja haciendo las tareas de la casa, cuidando hermanos, o changueando de cualquier forma.
El próximo lunes la bandera será motivo de encuentros. La presidenta tendrá ante nuestra bandera su momento de intimidad y tal vez de última reflexión sobre su posible reelección. Extensa como la bandera de Vacaflor es nuestra Patria, hecha con la generosidad de tantos, lastimada con el egoísmo de pocos.
Hay un hilo conductor entre oficialismo y oposiciones: todos los que se inscribieron para octubre disputan progresismo, pues a todos les digo que en los gobiernos progresistas no se multiplican los asentamientos irregulares o villas miseria, fortín de la pobreza. En los gobiernos progresistas nacionales, provinciales o municipales no se multiplican las viviendas desastrosas en las periferias, llagas de la política. Los gobiernos progresistas tienen en cuenta que el crecimiento poblacional es distinto en los sectores más humildes que en los sectores más enriquecidos y que si no resuelven la calidad de vida de esos chicos que nada tienen, no sólo no habrá progresismo sino que no habrá un país con futuro deseable.
Los escándalos de corrupción nunca perforaron lo sagrado. La obcecación de Hebe de Bonafini quien no escuchó a nadie cuando le señalaban conductas extrañas de su protegido Schoklender, lleva a que hoy pida justicia en los tribunales a los cuales antes escupió. Escuchamos a su abogado Barcesat decir que sólo se trata de un grupo de mujeres de entre 85 y 92 años; es verdad, y es por eso mismo que no pueden estas madres-abuelas ancianas, con seriedad, conducir a la segunda constructora de viviendas del país. Pero es aún más grave que un gobierno serio se las haya otorgado. Ya en 1996 Carlos Slepoy, referente de los derechos humanos a nivel mundial, compañero del juez Baltasar Garzón, le había advertido a Bonafini sobre esta situación: El pasado sábado 11 de junio en el programa Convenio de LT3 así lo relató: "En 1996 en un acto en Madrid Hebe dijo que Madres tenía un hijo dilecto: Schoklender, de quien todos sabíamos sus antecedentes ... el resto del discurso lo dedicó a denigrar y denunciar al resto de los organismos de derechos humanos... nos quedamos paralizados... Creo que Hebe, quien fue un símbolo extraordinario de la lucha del pueblo argentino, hace mucho tiempo que perdió el rumbo. lo que pasa en estos momentos no es más que una consecuencia de haberse relacionado con un psicópata como Schoklender quien ha ejercido un dominio absoluto sobre la personalidad de Hebe, lo que la llevó a radicalizar su postura como por ejemplo que se convierta en una ferviente abanderada del gobierno actual. Lo lógico es que un organismo de derechos humanos independientemente de la simpatía que se pueda tener con el gobierno de turno sea imparcial, especialmente en un país donde se violan tanto los derechos humanos a pesar de los avances. Lo más grave de esta historia es que Hebe no podía decir que no sabía lo que pasaba. La vida disoluta y el matonismo de Schoklender es conocida y por eso mucha gente se fue de la Universidad y de la Fundación de Madres".