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Plegaria para un niño dormido

Lucio Dupuy ahora duerme en paz.


El niño se llamaba Lucio Dupuy y ahora duerme en paz. Tenía 5 años, edad donde debía ser cuidado y protegido, y por el contrario su mamá y su pareja se encargaron de transmitir su odio y resentimiento, tal vez a la condición de varón del chiquito. El nene antes de morir, sufrió. Y mucho. 

Lo concreto e importante, lo dice la autopsia, el menor presentaba signos de abuso sexual de vieja y reciente data. Su muerte aproximadamente se ubica entre las 20.30 y 21.30 del viernes 27 de noviembre, producida por politraumatismos y una hemorragia interna. El informe también consigna que el cuerpo tenía quemaduras y mordeduras. El cuerpo del niño presentaba un fuerte golpe que le afectaba la cadera, el glúteo y la pierna, lesiones, que de seguro, le dificultaban caminar. Esas lesiones tenían entre 8 y 9 días. Cuánto ha sufrido este pobre e inocente angelito.

El médico que realizó la autopsia, un viejo en la especialidad, ya que cuenta con 30 años de experiencia en su haber y se llama Juan Carlos Toulouse, declaró: “En mis 30 años de médico, jamás vi algo así”, la víctima murió por la golpiza que recibió.

Por el crimen se encuentran detenidas y acusadas, la madre Magdalena Espósito Valenti, de 24 años, y su pareja, Abigail Páez, de 27 años. Es ésta quien lleva a Lucio a una posta sanitaria para que sea atendido. Una vecina contó que el chiquito sangraba profusamente por la boca. Como no había médicos, fue a la policía, no le dieron atención al chiquito, hasta que una vecina, enfermera, le realizó RCP, el nene no reaccionó. Una solidaria vecina en su auto lo llevó al hospital Evita, donde ingresó ya muerto. Si esto lo indigna, ahora le contaré la trama de complicidades que permitieron este crimen, aparte de las autoras, los médicos y la justicia.

El fiscal tiene probado que en los últimos tres meses había sido atendido cinco veces, y siempre presentaba lesiones, compatibles con castigos. ¿Qué hacían los abnegados galenos? NADA. Seguramente les llegue el castigo legal, pero ahora es tarde. En un idioma sencillo, esto demuestra que los chicos no le interesan a nadie. Son una molestia, para los padres, para el sistema de salud y mucho más para la corporación judicial, que fue quien le dio la guarda a la madre, seguramente resolución fuertemente empapada de la famosa PERSPECTIVA DE GÉNERO. Pero la jueza olvidó algo elemental, la PROTECCIÓN DEL NIÑO, y homologó un acuerdo celebrado entre una tía de la línea paterna del nene que era quien tenía la guarda y la mamá de Lucio. 

Las cosas son como les cuento: el chico, sobraba en todos lados. Falta de compromiso, responsabilidad, escasez de plata, lo que fuera, en esta trama TODOS son culpables, JUSTICIA, FAMILIA, MÉDICOS, PADRES.

Por eso le dediqué a Lucio, una oración y el título de la canción del enorme Luis Alberto Spinetta, PLEGARIA PARA UN NIÑO DORMIDO, definitivamente…Q.E.P.D. 

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