Plasma, pacto de sangre con la esperanza

Valeria Carreras

Abogada - Instagram: @DraValeriaCarreras

Hace meses que los científicos de todo el mundo, buscan incansablemente la vacuna contra el Covid-19, mientras tanto pruebas medicación, para combatir con el implacable enemigo invisible. 

Hoy se ha podido comprobar que el plasma extraído de la sangre de pacientes que superaron la enfermedad, es de gran ayuda para los que aún dan batalla, para los que están infectados y no pueden esperar la vacuna.

Así se ha comprobado que la transfusión de ese plasma de pacientes recuperados, mejora en forma ostensible a los pacientes que cursan la enfermedad del coronavirus. Un ejemplo cercano es el del Intendente Martin Insaurralde, quien estaba delicado, logró salir adelante, luego de recibir el plasma.

Ante los hechos, varios legisladores presentaron proyectos de Ley a fin de alentar la donación de plasma y regularla. 

El Diputado Martin Soria, recordó que a fines de los años 80 un joven Ginés González García lanzó el primer programa de donación de sangre, y entonces uno puede confirmar la veracidad de aquella frase que dice “nada es casual”.

En la misma línea y demostrando que priorizan la solidaridad y el bien común por encima de cualquier especulación política, el viernes 26-6-2020 el Proyecto de Ley unificado que crea la Campaña Nacional para la Donación de Plasma Sanguíneo de Pacientes Recuperados de Covid-19 y el Registro de Pacientes Recuperados.

Lo interesante del Proyecto de Ley radica en que legisla desde, el otorgamiento de licencia laboral de dos días para el donante, pasando por el garantizar el traslado de ida y vuelta hasta el centro de salud , hasta un reconocimiento como “Ciudadanas/os Solidarias/os destacadas/os de la República Argentina”.

Asimismo reglamenta la creación de un Registro de Pacientes Recuperados de COVID-19. 

Demás está decir que la Donación de voluntaria, y ahí es donde se debe hacer hincapié haciendo un paralelismo con la donación de sangre, la Argentina desde el año 2003 implementó un Plan Nacional de Donación de Sangre y ahora el desafío es lograr que el Plasma de los pacientes recuperados de Covid-19 llegue a la mayor cantidad de infectados hospitalizados posibles.

El plasma no es una cura, pero pone en mejores condiciones de enfrentar el virus a aquellos que no logran superarlo, evita que pacientes de riesgo lleguen al extremo de la terapia intensiva y sin duda alguna nos vuelve a conectar con el pueblo solidario que siempre fuimos.

Hasta ahora, el número de donantes es bajo y quizás se deba a que no se ha difundido lo suficiente, algo que con la Ley llegará masivamente: con el Registro de Pacientes Recuperados se los podrá contactar.

Entonces el número de donantes crecerá.

Con el plasma crecerán las chances de cada paciente que reciba la transfusión.

Y crecerá la esperanza.

Y seremos sangre de la misma de la misma tierra.

Vale la pena citar al Martin Fierro de José Hernández: