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Pinedo defendió a Camaño

El jefe del bloque de diputados del PRO, Federico Pinedo, aseguró que los insultos del kirchnerista Carlos Kunkel a la titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara baja, Graciela Camaño, "son sistemáticos en cada sesión".

De esta manera, Pinedo intentó evaluar los motivos que provocaron la reacción de la legisladora del Peronismo Federal, quien ayer a la tarde le pegó un cachetazo a Kunkel durante la escandalosa sesión de la Comisión que ella preside y en la que se intentaban investigar las supuestas presiones a diputados para apoyar el proyecto de Presupuesto 2011.

En declaraciones radiales, el jefe de la bancada del PRO alegó que la presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales "no intentó violar" el reglamento al levantar la sesión cuando el oficialismo quiso votar su dictamen de mayoría.

"El oficialismo actuó igual que Camaño en la comisión de Presupuesto. Como decía Ghandi, ‘el camino es la paz’. Lamento que se oculten cosas. La cachetada y los insultos no los puedo justificar. Los insultos de Kunkel a Camaño son sistemáticos en cada sesión. Llega un momento que uno no se puede quedar callado como si no pasara nada", justificó.

A pesar de las reiteradas declaraciones del diputado oficialista Agustín Rossi, de que están "dispuestos a hacer modificaciones en particular, manteniendo la esencia" del proyecto, Pinedo afirmó que será "muy difícil que tenga éxito el tratamiento del Presupuesto si el Gobierno dice que no cambia una coma".

"No hay antecedentes desde el 83 de un Presupuesto que no haya tenido cambios. Hay una cosa perversa en Argentina que es los superpoderes. La Argentina les saca a los argentinos el 34 por ciento de lo que producen. Lo menos que se les puede decir es en qué se va a gastar su plata. El jefe de Gabinete puede cambiar todo el Presupuesto", argumentó.

En ese sentido, Pinedo consideró que "al Gobierno le da lo mismo quedarse con el presupuesto nuevo o viejo porque (con los dos) puede hacer lo que se le ocurra".

"Nosotros pedimos un cuarto intermedio para que el Gobierno no pierda la votación y Rossi no quiso", concluyó.