Pidieron 20 años de prisión para “el loco del martillo” por el intento de asesinato a una mujer trans
Para el fiscal del caso, Cristian Scigliano utilizó distintas formas para agredirla, “no sólo para matarla, sino para mostrar su odio”.
El fiscal general Juan Manuel Fernández Buzzi pidió 20 años de prisión para Cristian Scigliano, acusado de intentar matar a una mujer trans en agosto de 2019 dentro de su departamento en el barrio de San Nicolás. En aquella ocasión, la víctima, M.C.S., de 37 años, fingió su propia muerte en un desesperado intento por evitar ser asesinada.
De acuerdo a la acusación, Scigliano ingresó a la vivienda de la víctima el 14 de agosto de 2019 con la excusa de terminar unos arreglos que había comenzado a hacer en el baño. Ellos se habían conocido un tiempo antes porque ella era trabajadora sexual y habían retomado el vínculo por redes sociales. Él llegó al departamento cerca de las 20, luego de un intercambio de mensajes donde él insistía para ir y ella se negaba, aunque finalmente aceptó recibirlo.
Durante su alegato, Buzzi hizo hincapié en cómo los hechos que afectan a las disidencias sexuales históricamente no han sido vistos ni reconocidos por la sociedad, así como tampoco por la policía ni el sistema de justicia. “Estos hechos son graves no solo por la afectación a la vida que puedan tener, sino porque van contra la identidad de género, contra la libertad de una persona de ser quien se siente que es”, resaltó.
El brutal ataque ocurrió en un departamento situado en Suipacha al 700. "En un momento, la mujer trans ingresó al baño y recibió una descarga eléctrica por un cable que el acusado había dejado allí. Scigliano aprovechó que cayó al suelo para comenzar a golpearla: primero con sus puños y después con un martillo, que dirigió directamente a su cabeza. La secuencia de violencia no terminó ahí: le rompió la ropa que llevaba puesta, intentó asfixiarla y después la llevó hacia la ventana e intentó arrojarla por el balcón", detalló Fernández Buzzi según reconstruye el sitio Fiscales.gob.ar.
La agresión se vio acompañada de una serie de insultos. “Morite, puto. Te voy a matar, te voy a desfigurar, no vas a servir ni para repuesto”, le repetía el agresor a la víctima mientras la maltrataba. “El nivel de violencia fue más allá de la intención de matar sino que estuvo destinado a borrar a la víctima”, dijo el fiscal. Y agregó: “Scigliano utilizó distintas formas para agredirla, no sólo para matarla, sino para mostrar su odio”.
Tras intentar sin éxito arrojarla al vacío, "El loco del martillo", como definió al acusado un detective del caso, tiró a la mujer en la cama y volvió a apretarle el cuello para evitar que respirara. "La mujer dejó de hacerlo y fingió estar muerta, por lo que el imputado la soltó y fue hasta un placard para robarle unos mil dólares que tenía ahorrados, su billetera con dinero y una tarjeta SUBE", sigue Fiscales.gob.ar.
Una vez que se quedó sola, la víctima pidió ayuda a una vecina y fue trasladada a un hospital, donde tuvo que ser atendida de urgencia por las heridas que presentaba, entre ellas, una fractura de cráneo.
El hombre fue detenido un mes después en la ciudad de Verónica, provincia de Buenos Aires, luego de la investigación que realizó la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°8, a cargo de Marcela Sánchez.
El juez en lo Criminal y Correccional porteño Darío Bonanno lo procesó con prisión preventiva por los delitos de homicidio agravado por haber sido cometido para consumar otro delito, por haber sido cometido por el odio a la identidad de género y por medio violencia de género, en grado de tentativa; robo agravado por el uso de armas; y abuso sexual con acceso carnal, en grado de tentativa.
La abogada de la víctima aseguró que Scigliano le enviaba videos pornográficos a su defendida; que quería ser su novio y que el día del brutal ataque había insistido para ir a su casa, a pesar de que ella le había manifestado que no quería recibirlo.
Para la fiscalía, el testimonio de la víctima fue "claro, coherente y detallado”. A lo que se suma la existencia de videos que prueban la presencia del hombre en la vivienda de la víctima no solo aquel día sino también en días anteriores. También se sumaron a los expedientes los mensajes entre el agresor y la víctima.
El imputado dijo en su indagatoria que habían tenido una discusión, que la había golpeado en la mano con el martillo y que ante esta situación, la damnificada le había dicho que agarrara la plata y se fuera. “Está acreditado por los informes médicos que le pegó en la cabeza con el martillo, que le hundió el cráneo literalmente, que la electrocutó”, resumió el fiscal.
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