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Piden perpetua para policías

Una fiscal de La Plata pidió que se condene a reclusión perpetua a dos ex policías bonaerenses por el asesinato tras torturas del albañil Andrés Nuñez, cometido hace 20 años en la Brigada de Investigaciones de esa ciudad, y que se investigue al juez que estuvo a cargo de la causa.

En su alegato ante la sala II de la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata, la fiscal Rosalía Sánchez imputó al ex sargento Jorge González los delitos de "privación ilegal de la libertad coaccionada en concurso real con torturas seguida de muerte" y al ex cabo Víctor Dos Santos lo acusó de "torturas seguida de muerte".

Por su parte, Eduardo Hortel, abogado de la familia Nuñez, pidió la reclusión perpetua de los dos acusados y coincidió con la fiscal en que que se investigue la conducta del ex juez Amilcar Vara, acusado de actuar en connivencia con la Polícia en este y otros casos.

Para otro de los ex policías procesados, José Ramos, no se pidió condena ya que, si bien había sido elevado a juicio, por su estado psicológico y psiquiátrico no pudo ser juzgado y por ahora el proceso en su contra está suspendido.

Para pedir la condena a reclusión perpetua, la fiscal explicó que Nuñez "fue privado ilegítimamente de su libertad sin orden judicial de allanamiento de su vivienda y de detención".

Consideró que el testimonio brindado en el juicio por Jorge David Guevara, detenido y sometido a apremios ilegales en la brigada platense antes que Nuñez, "fue importante porque contó cómo los policías torturaban y cómo era la mecánica de la tortura para que confesaran delitos que no habían cometido".

La fiscal Sánchez sostuvo que "Guevara fue torturado unas horas antes por los mismos policías, en forma similar que Nuñez, pero pudo soportar los tormentos y fue liberado".

"El testigo Guevara declaró que antes de salir en libertad otro detenido le dijo que escuchó decir a los policías que, después de la sesión de tortura, que incluyó hasta la práctica de un submarino seco, Nuñez ´se quedó´", relató la fiscal.

En un tramo de su alegato, Sánchez explicó ante el tribunal parte de la secuencia del traslado del cadáver de Nuñez desde la brigada hacia un campo de la localidad bonaerense de General Belgrano, situada a 120 kilómetros de La Plata.

Contó que por el testimonio en la causa de la mujer de Dos Santos, a quien su marido le confesó el crimen, "se pudo determinar que al cuerpo lo cargaron en el baúl de un auto, lo llevaron al campo, lo descuartizaron y quemaron para no dejar rastros".

En otro tramo de su alegato, la fiscal pidió al tribunal la entrega de los restos de Nuñez a su familia "para que reciban cristiana sepultura", ya que desde que fueron encontrados en 1995 estuvieron en poder de la justicia para ser sometidos a análisis.

También, pidió que se inicie una investigación sobre el proceder el ex juez Vara y se le entregue a la fiscalía en turno toda la documentación que lo involucra en un probable caso de encubrimiento en favor de los policías.

"Con un fallo justo Andrés tendrá paz; la memoria de su madre también tendrá paz, y la sociedad toda, que frente a estos hechos levanta la bandera de la justicia, también tendrá paz", concluyó la fiscal su alegato ante el tribunal.

El juicio continuará mañana y el lunes con los alegatos de las defensas, mientras que la sentencia del juicio de los jueces Raúl Dalto, María Rousech y y Laura Lasaga se conocerá la semana próxima.

El hecho ocurrió el 28 de septiembre de 1990, cuando Nuñez (30), casado y con una hija, fue secuestrado en su casa de la localidad bonaerense de Ensenada por un grupo de policías que lo acusaba de haber robado una bicicleta, lo que no era cierto.

Según confesó Dos Santos años después, los policías trasladaron a Núñez a la brigada platense, donde lo sometieron a torturas para que "se hiciera cargo del robo de la bicicleta", lo golpearon y le cubrieron la cabeza con una bolsa de nailon, lo que provocó su muerte.

Durante muchos años, Núñez figuró como desaparecido hasta que en 1995, un testigo reveló que su cuerpo había sido quemado en un campo de General Belgrano, propiedad de un primo de otro policía.

Según ese testigo, el cadáver había sido calcinado y enterrado debajo de un tanque australiano, donde fue encontrado e identificado por el Equipo Argentino de Antropología Forense.

Por el caso, aún están prófugos el ex policía Pablo Gerez y el ex comisario Luis Raúl Ponce, quienes, al igual que los anteriores ex efectivos, pertenecían a la mencionada brigada.