Piden 26 años para abuelo acusado de violar a su nieto
El anciano violó a su nieto de un año y medio pero acusó que había sido atacado por sus dos perros.
Un fiscal pidió 26 años de prisión para un hombre que está acusado de haber abusado de su nieto de un año y medio en la localidad bonaerense de Don Torcuato y tajearle los genitales con una trincheta para hacer creer que había sido atacado por perros.
En los alegatos del juicio que lleva adelante el Tribunal Oral Criminal 4 de San Isidro, el fiscal Cosme Iribarren solicitó la pena para R.M. (47), por los delitos de abuso sexual y lesiones, ambos calificados.
José Vera, abogado de los padres del niño, reclamó la misma condena y explicó que "se trata de la pena máxima para estos delitos que se puede aplicar".
El veredicto del juicio se conocerá el miércoles próximo a las 11. El hecho, que se comenzó a juzgar el pasado 9 de agosto, ocurrió el 18 de diciembre de 2009 en la casa del imputado, situada en Don Torcuato, donde el niño había quedado al cuidado de su abuelo por pedido de sus padres.
Según se pudo establecer en el juicio, M. abusó sexualmente con penetración o empalamiento de su nieto, por entonces de un año y medio.
Para ocultar el hecho, tajeó al bebé en los genitales y en las nalgas con un bisturí o algo parecido para simular que había sido atacado por sus perros, un rottweiler y un doberman.
El día del ataque, según la pesquisa, el hombre llamó a los padres del bebé y les dijo que el nene había sido atacado por sus perros.
Los papás, que estaban en casa de unos amigos, fueron a buscar al niño y al verlo ensangrentado lo llevaron al Hospital General de Agudos Magdalena de Martínez, de General Pacheco, donde los médicos enseguida se dieron cuenta de que se había tratado de un abuso.
Entonces, los profesionales llamaron a la Policía, que apresó a los padres, pero al día siguiente, tras declarar ante el fiscal, fueron liberados y el abuelo paterno fue detenido.
En un allanamiento realizado en la casa del acusado, se secuestró una trincheta y restos de pañal y se durmió a los perros para someterlos a estudios con los que se descartó que las lesiones del nene fueran compatibles con las mandíbulas de esos animales.
En el juicio, el acusado, que está preso en un penal de San Martín, negó el abuso y declaró que se quedó dormido y se despertó con el llanto de su nieto tras ser mordido por los perros.
La defensa del abuelo del niño solicitó la absolución en base a esa versión, mientras que los médicos que fueron presentados como testigos explicaron que el niño perdió los testículos a raíz de la agresión y que hasta su desarrollo no se sabrá cuáles son las secuelas definitivas.
"En 30 años de médico forense, nunca pensé que podría ver una agresión de este tipo a un bebé. Considero que luego de penetrarlo o empalarlo, quien cometió este crimen, al terminar su excitación, tomó un `cuter` o un bisturí y lo lesionó para simular un ataque de perros", explicó un forense que declaró ayer, según explicó Vera .
En los alegatos del juicio que lleva adelante el Tribunal Oral Criminal 4 de San Isidro, el fiscal Cosme Iribarren solicitó la pena para R.M. (47), por los delitos de abuso sexual y lesiones, ambos calificados.
José Vera, abogado de los padres del niño, reclamó la misma condena y explicó que "se trata de la pena máxima para estos delitos que se puede aplicar".
El veredicto del juicio se conocerá el miércoles próximo a las 11. El hecho, que se comenzó a juzgar el pasado 9 de agosto, ocurrió el 18 de diciembre de 2009 en la casa del imputado, situada en Don Torcuato, donde el niño había quedado al cuidado de su abuelo por pedido de sus padres.
Según se pudo establecer en el juicio, M. abusó sexualmente con penetración o empalamiento de su nieto, por entonces de un año y medio.
Para ocultar el hecho, tajeó al bebé en los genitales y en las nalgas con un bisturí o algo parecido para simular que había sido atacado por sus perros, un rottweiler y un doberman.
El día del ataque, según la pesquisa, el hombre llamó a los padres del bebé y les dijo que el nene había sido atacado por sus perros.
Los papás, que estaban en casa de unos amigos, fueron a buscar al niño y al verlo ensangrentado lo llevaron al Hospital General de Agudos Magdalena de Martínez, de General Pacheco, donde los médicos enseguida se dieron cuenta de que se había tratado de un abuso.
Entonces, los profesionales llamaron a la Policía, que apresó a los padres, pero al día siguiente, tras declarar ante el fiscal, fueron liberados y el abuelo paterno fue detenido.
En un allanamiento realizado en la casa del acusado, se secuestró una trincheta y restos de pañal y se durmió a los perros para someterlos a estudios con los que se descartó que las lesiones del nene fueran compatibles con las mandíbulas de esos animales.
En el juicio, el acusado, que está preso en un penal de San Martín, negó el abuso y declaró que se quedó dormido y se despertó con el llanto de su nieto tras ser mordido por los perros.
La defensa del abuelo del niño solicitó la absolución en base a esa versión, mientras que los médicos que fueron presentados como testigos explicaron que el niño perdió los testículos a raíz de la agresión y que hasta su desarrollo no se sabrá cuáles son las secuelas definitivas.
"En 30 años de médico forense, nunca pensé que podría ver una agresión de este tipo a un bebé. Considero que luego de penetrarlo o empalarlo, quien cometió este crimen, al terminar su excitación, tomó un `cuter` o un bisturí y lo lesionó para simular un ataque de perros", explicó un forense que declaró ayer, según explicó Vera .